¿Quién pone los límites?

Nuestra sociedad anda un poco perdida en este momento y los resultados de los actos que comete demuestra un camino hacía la locura, por no decir que ya se encuentra instalada en ella.

 

Probablemente este sea el resultado de la falta de límites en muchos ámbitos y especialmente en la educación. Algo en lo que deberíamos estar implicados los adultos.

 

En las carreteras, es la denostada DGT quien impone los límites y, mal que le pese a algunos conductores, estos límites están encaminados a salvar vidas. Ya, ya sé que muchos diréis que están encaminadas a recaudar, puede, pero esa es la  consecuencia de no respetar los límites.

 

Los límites de velocidad, los controles de alcoholemia, tímidamente, están salvando algunas vidas. Y no porque estemos concienciados que tiene que ser así, sino por el miedo a la pérdida. No la pérdida de vidas, sino la pérdida de puntos, la pérdida del carnet.

 

Pero fuera de las carreteras ¿quién pone límites?

 

En estos días de dolor y convulsión por la pérdida de la vida de una joven, a manos de otro joven y la supuesta ayuda de otros para ocultarlo, que nos tiene a todos removidos, hace reflexionar. ¿Qué hemos hecho mal? ¿Qué clase de juventud hemos creado? ¿Por esto luchamos y lucharon nuestros antepasados?

 

No será que se nos olvido poner límites.

 

Nuestros jóvenes viven una vida a toda velocidad y esta velocidad conlleva: violencia, falta de valores y muerte. La muerte propia y la ajena.

 

Viven en mundo de fantasía, virtual, cibernético y la muerte está a todas horas presente. Una muerte no real, de película, que ya no afecta. La realidad se confunde con lo virtual y matan, matamos, con el teléfono móvil, la play, el ordenador y lo que es peor, con el coche, con un bate, un cenicero,  con una catana…

 

Y los jóvenes ven continuamente imágenes de cómo se mata, cómo se escapa, cómo se oculta un cuerpo, cómo se conduce sin carnet de conducir, cómo se conduce con alcohol u otras drogas y se mata, cómo se obtiene droga, como se delinque… Y cómo no pasa nada.

 

Y ven y  vemos, cómo todo el mundo discute, se pelean, se dicen “y tú más”, se pierden el respeto, se olvida la ética y la moral.

 

Y, así, los niños van aprendiendo. De los mayores. De los padres. De los políticos. Porque los niños lo aprenden todo, lo imitan todo.

 

Y ¿Quién pone los límites?

 Pues, los padres a los hijos; los profesores a los alumnos; el pueblo a los políticos; el gobierno a las instituciones…

 

¡Ojalá algún día no tengamos que prohibir!, como decía la campaña de Attitudes- Audi.

 

Todos responsables. Todos implicados.

 

La última muerte, un ertzaina arrollado por un joven de 19 años que conducía sin carnet, una furgoneta robada y se saltó un control de alcoholemia.

 

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, que murió por el alcohol que otro tomó.

 Publicado viernes, 20 de febrero de 2009 8:59 por FZ_madre

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2 respuestas a ¿Quién pone los límites?

  1. Laura dijo:

    Las personas que queremos aportar algo, en la medida de nuestras posibilidades para cambiar cosas que creemos que no marchan lo primero que debemos hacer es mirarnos a nosotros mismos y aprender a cambiarnos a nosotros mismos. Tenemos que ser flexibles y autocríticos. Sólo siendo capaces de transformarnos a nosotros seremos capaces de cambiar juntos lo que no nos gusta de la sociedad.

  2. Pingback: Conducción acompañada. ¿Y la vida acompañada y acompasada? « ¡Quiero Conducir, Quiero Vivir!

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