Post escrito el 31.10.2006 por Flor Zapata madredHelena.
El sábado estuve con unos familiares muy especiales.
Son familiares de víctimas de los mal llamados accidentes de tráfico, que no se han paralizado por la muerte de sus seres queridos y a pesar de su dolor, siguen luchando para concienciar a la sociedad y hacer que los accidentes disminuyan.
La mayoría madres, pero también padres, hermanos, hermanas, etc. Pertenecen a la asociación Stop Accidentes y están preparando la celebración del “Día Internacional en memoria de las víctimas de accidentes de tráfico”.
Este día se celebra siempre el tercer domingo de Noviembre y no es un día que se hayan inventado ellos en memoria de sus seres queridos, es un día designado por la O.M.S. y que este organismo insta a todos los países para que celebre.
En España, hasta este año, este día pasaba bastante desapercibido, salvo la celebración que hacían algunas asociaciones de víctimas como ésta. Este año, estos familiares, trabajan con mayor ilusión porque esperan mayor respaldo por parte de las autoridades y de la sociedad. Esperemos que sea así.
El año pasado, habían transcurrido sólo 7 meses de la muerte de mi hija y me uní a ellos en el parque del Retiro.
Había convocado allí a todos mis amigos, compañeros, amigos de mi hija, etc. Cuando estaba llegando al Retiro, una compañera me llamó para preguntarme por donde estaba y me comentó que se veía mucha gente. Yo esperaba que aquello fuese algo así como una manifestación por un atentado terrorista pues el número de muerte que provoca cada año no tiene nada que envidiar a uno de estos actos, pero, ¡Qué desilusión!
Las personas que se movían por aquel lugar era porque, ese mismo día, las ovejitas trashumantes habían pasado por la cañada Real (la calle de Alcalá). Las personas se fueron disolviendo y allí quedamos los familiares de las víctimas y los amigos. Incluso los medios de comunicación que habían estado grabando el paso de la ovejitas, habían desaparecido.
Pero los familiares de las victimas no desfallecen en su intento de implicar a toda la sociedad en algo que nos afecta a todos y cada año trabajan más para preparar aún mejor ese día, que como supondréis no es un día de fiesta para ellos.
Por eso, me gustaría desde aquí hacer un llamamiento para que fueseis a celebrar ese día de dolor con ellos. Tienen muchas cosas que deciros, sobre todo para que no os pasen y os asombraría comprobar qué fácil es salir un día de casa y no volver más.