Los tres jóvenes de Alcobendas

 Post escrito el 4.02.2007 por FZ madredHelena. Uno de los post escrito con más dolor.

 

Cada fin de semana, después de saber el número de víctimas y de encontrarme impotente, suelo escribir un «correo sin entregar», sobre los muertos o los supervivientes.

 

Jamás pensé que tendría que escribir aquí la noticia de la muerte de alguien conocido, porque a pesar de lo que escribo y de los consejos que doy, parece que nunca nos toca, y que nunca le va a tocar a alguien más cercano a mí.

 

Ayer no quise escribir este comentario, porque aún no tenía suficientes datos sobre el accidente en Alcobendas que le costó la vida a tres jóvenes. Esta mañana, recibía una llamada, enseguida supe que era para darme una mala noticia. Uno de los jóvenes, Sandra, la chica muerta de los tres fallecidos, era la primita de una antigua amiguita de mi hija, Amelia (los diminutivos son cariñosos)

 

Sandra, Alexandra Martínez, cumpliría mañana 19 años. Me siento muy triste.

 

Sandra vivía en San Sebastián de los Reyes, los dos chicos, creo que vivían en Alcobendas. Pero, para los que no conocen ninguna de las dos ciudades, les diré que están separadas por una calle, luego, todos eran de la misma ciudad, igual que Helena, mi hija.

 

Sandra era también morena como mi hija, guapa, alegre y llena de vida.

 

Parece que era ayer, cuando eran pequeños, y los llevabamos a la piscina municipal, muy cerca de donde ha muerto, para aprender natación. Así nos conocimos y se conocieron.

 

Anoche cuando escribí el comentario «aquí muy cerquita de casa», no podía saber cuan cerca estaban y qué de cerca me quedaban.

 

Incluso escribí esta carta para la revista semanal de Alcobendas:

 

«Acabo de leer la noticia. Este fin de semana, la estadistica de los jóvenes que mueren cada fin de semana, se saldará con tres jóvenes más, en nuestra propia localidad.

 

Aún no sé si son de nuestro propio municipio, pero, ¡Qué mas da!. Sólo sé que este fin de semana han muerto 3 jóvenes y con ellos 3 hogares se han llenado de dolor.

 

Padres, madres ¿Qué hemos hecho mal?, ¿Qué podemos hacer?, porque habrá que hacer algo ¿No creéis?

 

Siento vuestro dolor como si fuera mio, porque a mí, ya me pasó.

 

¡Y vosotros jóvenes, qué pensaís?. ¿Queréis seguir muriendo como chinches?

 

¿No pensáis hacer nada por remediarlo, ¿En tan poco valoráis vuestras vidas?, ¿Pero si no habéis apenas empezado a vivirla?

 

Cuando escribí esto no tenía ni idea de que Sandra era una de las víctimas, ni que su madre leía mi blogs y ya había sufrido por la pérdida de mi hija.

 

Violeta, somos dos flores sin hijas, si es verdad que hay un mas allá, espero que estén justas mandándonos fuerzas para seguir adelante, la vamos a necesitar, pero sobre todo me gustaría que tuvieramos fuerza para transmitir a los jóvenes que  recapaciten y extremen el cuidado en la carretera.

 

A las otras familias no sé si las conozco, pero les acompaño también en su dolor.

 

Esto ha empañado la pequeña alegría de tener ya las pegatinas con la frase ¡Quiero Conducir, Quiero vivir!. Sigo pensando que todavía el conducir va ligado a morir. Hagamos todos por que esto no sea así.

 

Sandra, Eugenio, Roberto, siempre habrá alguien que os recordará.

 

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.

Acerca de Flor Zapata Ruiz

Ahora soy una madre sin hijos. Mi única hija murió por un conductor con alcohol en abril de 2005. Desde entonces escribo para concienciar, especialmente a los jóvenes, sobre los peligros de una conducción no responsable.
Esta entrada ha sido publicada en Accidentes carretera fin de semana, Antiguos escritos, Correo sin entregar, Historias, Jóvenes, Muerte, Muertes en carretera, Quieroconducirquierovivir, Reflexiones y etiquetada como , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *