El quinto final

 

Helena en un canal de La Haya

Querida Hija:

Ya van cinco. Sí, cinco los finales de año sin tu presencia.

El mundo no se para, nunca, falte quien falte. Sigue dando vueltas y el sol sale y se pone cada día, me apetezca o no. Y la luna, aunque esta noche está azul por el eclipse que se está produciendo en este momento, brilla con todo su esplendor.

Y todo el mundo anda preparando sus fiestas. Hoy caía en la cuenta que hace 5 años que no tomo las uvas, para qué. No podría pedir un deseo, así es que no me importa que no se me cumpla.

Pero este año he realizado algo en tu nombre. He encendido muchas velas y las he puesto en la terraza por si acaso las puedes ver.

También quiero cumplir con el ritual de hacerte un resumen de este año en el que tampoco estás.

De la familia todos siguen más o menos bien. A algunos hay que echarles de vez en cuando un remiendo y siguen adelante. Los abuelos, cada vez peor. La abuelita tiene la cabeza un poco llena de grillos y el abuelo bastante bien, a pesar de sus titubeos a la hora de arrancar a andar.

Los primitos siguen adelante. Cada vez más mayores. Las mayores, incluso, tienen el corazón compartido. Sí, imagínate, tienen amor.

Papá ha dejado de trabajar. De momento en el paro como gran cantidad de personas de este país que dicen está en crisis y después se prejubilará.

Yo sigo intentando aprender a escribir. Este año me han concedido un premio por un cuento titulado «El corazón azul». Como siempre, tú eres la protagonista.

De tus amigas puedo contarte que Laura me escribe bastante y me ayuda ha encontrar temas sobre los que hablar. Nuria de la urbanización está estudiando periodismo y dice que terminará haciendo publicidad como tú. Elodie también me escribe a menudo y me envía fotos de su sobrinito. Lara vive con su pareja. Tere vino a vernos este año a casa con su marido y sus padres. Está preciosa. María, la hermana de Álvaro va a ser mamá. Álvaro ya tiene su pisito. Del resto poco puedo contarte. Deben estar en Facebook y como yo no he conseguido estar, ya no contestan a mis mail.

De la política ni te cuento. Han pasado del » y tú más» al «todos a por más». Este ha sido el año de los escándalos financieros, los sobornos, los regalos y la malversación de fondos públicos.

Como siempre han ido desapareciendo personas de las que no gustaban como el actor de tu película preferida «Dyrty Dancing», Patrick Swayze. También se marchó Michael Jackson.

Y en cuanto a los que te siguen acompañando partiendo de este mundo por motivos de la inseguridad vial, dicen que este año serán menos de 3.000. Como si esos fueran muy pocos.

Del culpable de tu muerte no hemos vuelto a saber nada. Después de entrar en prisión, suponemos que ya estará en la calle.

Y ahora mismo no recuerdo nada más relevante que contarte, salvo que seguimos echándote de menos muchísimo. Que seguimos con el corazón partido y no hay tiritas suficientemente grandes para esa herida.

Querida hija, no hay consuelo para este dolor, para suavizar tu ausencia y cada final de año, a pesar de nuestra huida donde nada nos recuerde las fechas que son, cada día es más difícil aislarse y cada año tu falta es mayor.

Este año, en estas fechas, hemos tenido la suerte de que una amiga, otra madre que perdió a su hijo, visitara Holanda y depositó tulipanes en tu honor en los canales de La Haya y Ansterdam. Fue una suerte porque seguro que parte de ti anda también por allí.

(fotos de Carmen, madre de Nector)

Te queremos muchísimo. No nos olvides.

Besos de tus gruñones padres.

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6 respuestas a El quinto final

  1. Laura dijo:

    Es un bonito gesto el de los tulipanes.

    ¡Que se reduzcan la violencia vial y los accidentes provocados este 2010!

    Un abrazo de comienzo de año.

  2. Deyanira dijo:

    ¿Sabes, Flor? Elena sigue aquí con vosotros, pero también con los que la hemos conocido a través de ti, porque la llevamos en nuestro corazón. Muchas gracias por haberla compartido, por habernos hablado de ella, por habernos dejado conocerla y quererla a nosotros también.

    El amor nunca muere, los lazos de amor permanecen, y Elena no sólo tiene los de antes, sino que va creando otros nuevos a pesar de la distancia.

    Os deseamos un año lleno de serenidad y esperanza: a los tres.

    Abrazos de oso.

  3. Flor Zapata dijo:

    Lo mejor para vosotras.
    Flor, madre de Helena.

  4. Estimada Flor,
    hace días te hablaba de mi niña en estado de coma tras un brutal atropello.
    Hoy, con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de amargura siento decirte que también Julia ha partido….. hacia ese otro lugar donde, de una u otra forma nos contemplan y guian por esta carretera llena de obstáculos que es la vida.
    Julia se nos ha ido de forma serena y en los brazos de su madre.
    Tras más de dos años en los que sus padres nos hemos partido la espalda volcados las 24 horas del día en sus cuidados, sólo nos queda el dolor de ver como nuestro ángel se nos escapaba de los brazos sin poder hacer nada.
    Otros son quienes nos arrancaron su vida y la nuestra de cuajo y ahora hemos de sacar fuerzas de donde no las hay en la búsqueda de la justicia.
    Flor, te suplico que le digas a tu hija Helena y a otros tantos que nos dejaron de forma precipitada, que cuiden de nuestra pequeña Julia allá donde estén.
    Deciros también que en su corta vida, Julia ha sido nuestra gran maestra y la que más cosas nos ha enseñado en este tortuoso camino.
    Un millón de besos y abrazos para todos los que sufren el daño que otros nos provocaron.

    almoradi-justiciaydignidad.blogspot.com

  5. vane dijo:

    Cuanto siento lo de Julia, muchisimo…..
    Flor, mi niña…que largo ha sido este año verdad? yo no tengo palabras para poder consolarte, no puedo ni consolarme a mi misma, como voy a hacerlo con los demás, simplemente aquí estoy y estaré….
    Besitos para el cielo

    P.D- seguro que ellos si han tomado las uvas mi niña, y han pedido el deseo por nosotras…..te quiero

  6. Flor Zapata dijo:

    Para los padres de Julia:
    Estimados compañeros de dolor.
    Primero quiero pedir disculpas por no haberme puesto en contacto con vosotros. Me desbordan los correos, las fechas, la pena, la locura del dolor.
    Siento mucho lo de vuestro ángel y sé por el dolor inmenso por el que estaréis pasando. Quisiera tener palabras de consuelo para vosotros, pero es que creo que no las hay. Trataría de deciros las que muchos os dirán en su afán de consolaros, de hacer que no sufráis y la mayoría de las veces lo estropean sin querer.
    Quisiera deciros que no os preocupéis por ella por que Helena, a quien le encantaba los niños, la cuidará. Pero creo que no soy creyente.
    Quizás tengan razón algunos padres que sufrieron también pérdidas y llegaron a la conclusión de que son niños que vinieron a cumplir una misión y se marcharon cuando la realizaron y que ahora están mejor y en un sitio mejor que éste. Tal vez aquellos como los orientales que opinan que un niño que se va es porque le esperaba una vida peor y muy difícil y entonces sus padres se sienten contentos.
    No sé. No sé que deciros.
    Agarraos a aquello que os produzca un poco de paz y sosiego y, sobre todo, menos dolor.
    Estaremos en contacto y todo lo que os podría decir no os quitará vuestro dolor, pero es lo que siento: vuestro dolor es también el mío porque, antes, ya fui yo.
    Un fuerte abrazo.
    Flor, madre de Helena.

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