Sigue el tema de duelo en «Amar en tiempos revueltos» y me parece muy bien tratado. Ayer, Manolita y su prima hacían lo que hoy en día llamaríamos «terapia» y como os comentaba en mi anterior post, explicaba Manolita a su prima porqué su marido estaba tan distante y no podía hablar sobre su dolor. Cómo a los hombres les cuesta mostrarlo y éste se enquista. Fue una escena sencilla, bonita y muy ilustrativa para aquellos que no han visitado a un psicólogo y que no han tenido ayuda en su elaboración del duelo.
Si pulsáis en la barra lateral de este blog, en el apartado de etiquetas, en Duelo, Cine, Literaturao Música, encontraréis el tema del duelo en estas facetas, que he ido recogiendo, según me han ayudado a mí, me traían recuerdos o me han hecho reflexionar y que comparto con vosotros.
Pero, también, el otro día contactaba con la escritora Marta Rivera de la Cruz, que ha escrito un nuevo libro titulado «La vida después», título que me evocaba a nuestra situación y ella misma me sugería para las personas que han tenido una pérdida otro de sus libros: En tiempos de prodigios.
Hoy, también encontraba un artículo, a través de Diana Navarro en Facebook, de «El Eneagrama» de Claudio Naranjo, médico y doctor en educación, y persona que perdió a su hijo también en un accidente de tráfico, con una teoría muy interesante.
Y aunque a mí me ha servido mucho más mi escritura que lo que otros han escrito, creo que todos estos temas pueden ser de gran ayuda para muchos de los que hemos tenido una pérdida, si de verdad tenemos ganas de sobrevivir.
Porque, una vez pasada la fase de querer morirte y darte cuenta que no te mueres ni te vas a morir hasta que no llegue tu hora, es mejor aferrarse a la vida, a una nueva vida, de forma que tú la controles y te produzca un poquito de bienestar, que dejarte llevar por ella como una hoja por el viento.
La famosa frase, lo que no te mate te hará más fuerte, aquí también se hace real, aunque la herida producida está ahí y también sus secuelas.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.