Post escrito el 15.08.2006 por FZ madredHelena.
A lo largo de la historia el verano ha sido una época para recordar con nostalgia cuando ha pasado y un referente en nuestras vidas: las primeras vacaciones con amigos, el primer amor, el primer beso (bueno, esto es referente a nuestra época, ahora sería algo más), la primera acampada, aquella playa, el primer recital.
No es que en otras épocas del año estas cosas no se hagan, pero el verano es especial. Las vacaciones, los desplazamientos, cambios de horarios y hábitos, salidas a lugares desconocidos. Estamos optimistas, eufóricos, hay que aprovechar hasta el último instante.
¡Cuantas cosas para recordar!, sobre todo si se está empezando a vivir. Pero el verano, junto con todo lo anterior, conlleva un mayor riesgo en las carreteras. Sí, ya sé que acabo de romper el encanto, la nostalgia, el sueño de una noche de verano, pero es así.
Existen también “los peligros del Verano”. Pueden ser muchos y muy diversos y lo que anteriormente relacionaba como “algo para recordar”, se puede convertir en el último recuerdo.
El calor, las bebidas fresquitas ¡Qué bien entran!. Las carreteras desconocidas, los regresos después de una noche sin dormir. La ¡Fiesta, fiesta!…
Conduce con cuidado, vive y deja vivir y habrá muchos más veranos. ¡Qué no sea tu último verano!. Ni el de ninguna persona importante o no para tí.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.