(Post escrito el 6 de noviembre de 2007, un día antes del esperado juicio por la muerte de Helena. FZ madredHelena)
Mañana se producirá el segundo intento.
Han pasado 2 años y 7 meses y yo creo que ya es más que tiempo suficiente para intentar impartir justicia.
Han cambiado muchas cosas desde esa fecha, 17 de Abril de 2005, en especial para nosotros y sobre todo para Helena.
Mañana se verán papeles, documentos, declaraciones, verdades y probablemente mentiras, pero habrá muchas cosas que no se verán.
Helena Castillo Zapata será un nombre en una documentación. Una víctima de un mal llamado accidente, por lo que un juez decidirá si castiga o no al presunto culpable, pero no se verá a Helena de carne hueso.
No se verá todo lo que era Helena, su belleza interior y exterior, su sonrisa, su escandalosa risa, su alegría, su simpatía, su preocupación por lo demás, en especial si eran personas que necesitaban apoyo.
No se verá su genio cuando se cometía una injusticia, su rabia y enojo cuando alguien hacía daño a otro. Su desprecio por aquellos que no tenía un buen fondo o eran banales y superfluos.
No se verán sus ilusiones, sus proyectos, su alegría de vivir.
No se verá el dolor que nos ha producido su pérdida, el dolor que nos ha marcado ya para siempre y que ha dejado marcada nuestra piel.
No se verán las noches de insomnio, las lágrimas vertidas y las que nos quedan por derramar. Los días de espera sin nada que esperar.
Tampoco se verá, la pérdida que ha sufrido también esta sociedad, despojádola de un valioso miembro y quedando otros que sólo nos traerán sufrimiento y malestar.
No se verá a Helena, como no se ven en ningún juicio, los sueños rotos de tantas y tantas víctimas que son sólo un número, un expediente, un “visto para sentencia”.
Hace 2 años y siete meses la sentencia ya se ejecutó para Helena, nuestra amada Helena, nuestra querida hija, nuestro pasado, presente y futuro.
Un futuro que se perdió el 17 de Abril de 2005 a las 16:15 h.
Los padres de Helena Castillo Zapata.