Vacaciones de ida y vuelta

 (Post escrito el 3 de julio de 2008 por Fz madredHelena)

Para algunos ya comenzaron las ansiadas vacaciones, para otros quedan pocos días y para todos, es tiempo de diversión, descanso cansado y quién sabe cuantas cosas más.

Comienzan los desplazamientos, primeros largos, para después seguir los cortos y después terminar con el regreso. Un regreso que algunos no llegan a realizar.

Parece que lo único que nos preocupa es la preparación del viaje, algunos incluso ponen a punto las máquinas, otros se hacen con el último listado de radares, que no nos vaya a fastidiar el presupuesto de las vacaciones la multa inoportuna. Y a llegar, lo antes posible y lo mejor posible.

Por cierto, que este año hay nuevos radares, según los de Autopista.es Extreme. Jamás pensé que hubiera tantos modelos.

Y una vez llegamos al lugar deseado, esperado, idealizado, allí acaba toda la precaución.

Para muchos padres, celosos guardianes de sus hijos durante el resto del año, a los que, incluso prohíben salidas nocturnas en el lugar habitual de residencia, en este momento, todo está permitido.

Pueden coger la moto, esa moto que está sólo en el lugar de las vacaciones, porque es donde menos peligro existe, aunque en ese momento sea el lugar más peligroso por haber una confluencia de coches y otras motos que le convierten en una ciudad, con los mismos peligros, pero sin las infraestructuras de una ciudad.

Por no hablar de los kilómetros que se hacen de este pueblo al de al lado que está a tan sólo unos pocos kilómetros o a los otros dos siguientes. Así, el desplazamiento se convierte de pocos a bastantes kilómetros, en unas carreteras estrechas, con curvas, cambios de rasantes, y con circulación en dos direcciones, pero que no importa porque están ahí al lado.

Los padres están tranquilos. Es un sitio pequeño, controlado, donde todos se conocen. Aquí no les puede pasar nada, aunque estos pequeños moteros de verano, lleven el casco en el antebrazo ,colgado o los conductores de coche más noveles se tengan que enfrentar con adelantamientos escasos, peligrosos o de los que hay que resolver con experiencia.

Pero es verano y vamos a disfrutar y pasarlo bien.

Los chicos y chicas están ahí al lado, justo al lado, unos tres pueblos más allá y volverán de madrugada, después de una noche de música y alcohol,  porque estamos seguros de que no han salido de la plaza del pueblo y aquí no les puede pasar nada.

Pero las hormonas de los jóvenes no son algo que podamos controlar, aleccionar, reprimir o educar.

En la mayoría de los casos todo irá bien. Todos pasarán esas vacaciones felices, descansadas cansadamente y llegará la vuelta, que en algunos casos, será tan ansiada como el inicio de las vacaciones.

Mis vacaciones ya nunca serán iguales.

Mis últimas vacaciones de verano fueron, como desde hacía unos 18 años, en La Manga del Mar Menor, ese paraíso único en España y que nunca han sabido sacar el suficiente partido, por no decir que han hecho mucho para cargárselo.

Esas vacaciones fueron algo distintas. Helena invitó a su amor a pasar unos días con nosotros. Eran vísperas de su marcha a Holanda.

Ese verano, como casi todos, hacíamos ese viaje a Murcia, después al pueblo, a las fiestas y en el caso de Helena, a Galicia, unos días con la familia de Álvaro.

Bastantes kilómetros y ningún percance.

Pero fueron las últimas vacaciones de Helena.

Las vacaciones de este año serán para muchos también las ultimas vacaciones. Hagamos lo posible, padres e hijos, para que no sean las últimas. Que sean unas vacaciones de Ida y Vuelta, porque no hay nada mejor que ir a los sitios, vivir y volver.

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena. 

Cuando estoy escribiendo este artículo, conozco la noticia de la muerte de  3 jóvenes, muy jóvenes,  que no sé si habían comenzado sus vacaciones, pero sí sé que ya no tendrá más vacaciones. Tres jóvenes han muerto esta madrugada en una carretera de Granada, la A-4003, Huerto de Santillán.

Familiares y amigos, ¡Cuánto lo siento! Vuestro dolor es el mío, porque antes, ya fui yo.

www.quieroconducirquierovivir.com

Acerca de Flor Zapata Ruiz

Ahora soy una madre sin hijos. Mi única hija murió por un conductor con alcohol en abril de 2005. Desde entonces escribo para concienciar, especialmente a los jóvenes, sobre los peligros de una conducción no responsable.
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