El Manifiesto de una Madre

Lazo de las víctimas de siniestros de tráfico

Dentro de una semana se conmemorará el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Tráfico. Ya tengo en mi haber diecisiete, y cada año me digo que será el último, porque cada día que pasa estoy más segura de que a nadie le importan nuestros muertos en siniestros viales.

Pero cada año surge una nueva voz que me pregunta ¿No vas a escribir este año nada para el día de las víctimas? Entonces, salgo de mi letargo y me obligo.

Y después, pasado este día, me volveré a hundir en la depresión que produce ser una víctima en una sociedad que solo considera víctimas a las de terrorismo y género.

Agradezco a los que me han pedido que escribiera este año un nuevo manifiesto porque, gracias a ellos, este año me ha salido un manifiesto con una petición muy especial. Una petición, más que nunca, basada en el concepto de víctima, las víctimas que somos.

MANIIFIESTO DE UNA MADRE POR EL DÍA MUNDIAL EN RECUERDO DE LAS VÍCTIMAS DE TRÁFICO

Desde 2005, y por petición expresa de la OMS,  el tercer domingo de noviembre se conmemora el DIA MUNDIAL EN RECUERDO DE LAS VÍCTIMAS DE TRÁFICO O TRANSITO. Las víctimas preferimos llamarlo, El Día Mundial Recuerdo de las Víctimas de Siniestros de Tráfico. Desterremos la palabra “Accidente”, porque en su gran mayoría se pudieron evitar.

Esta madre que perdió a su hija por un conductor borracho, ha escrito cada año un manifiesto. Pero aún quedan muchas cosas por hacer y cambiar para evitar las muertes en el asfalto.

Por tanto, pido a los gobiernos, actuales y venideros, a los ayuntamientos, a los jueces, a las instituciones, y a la sociedad en general, porque todos debemos estar implicados y comprometidos en disminuir esta pandemia, que no se piensa como tal, que tengan en cuenta estas peticiones.

Las víctimas estamos cansadas de pedir más y mejor justicia, para unas muertes de inocentes por culpa de conductores borrachos, drogados, violentos, e irresponsables que utilizan el coche como un arma de matar.

Algunos  jueces no disponen cárcel preventiva superior a 24 horas, para aquellos delincuentes viales que producen muerte y cuando estamos dando sepultura a nuestros seres queridos, ellos, los que han producido la muerte, ya están en la calle.

Es por ello, que quiero apelar a una modificación del Estatuto de las Víctimas de Delitos,  que en su propia definición dice así: Elaborar una ley constitutiva del estatuto jurídico de la víctima del delito es ofrecer desde los poderes públicos una respuesta lo más amplia posible, no sólo jurídica sino también social, a las víctimas, no sólo reparadora del daño en el marco de un proceso penal, sino también minimizadora de otros efectos traumáticos en lo moral que su condición puede generar, todo ello con independencia de su situación procesal.

Este manifiesto, este año, además  de seguir insistiendo en peticiones anteriores y que aún no se han resuelto, quiere centrarse en una primera petición que  las asociaciones de víctimas deberían hacer suya, puesto que para que se haga realidad, deben ser dichas asociaciones las que lo pidan.

Y dicha petición es la siguiente:

 -La Ley de Víctimas de Delitos debe recoger que, las víctimas de siniestros de tráfico, como víctimas de delitos que también somos, tengamos el derecho a que el victimario no permanezca libre mientras que estamos dando sepultura a nuestros familiares, ni  durante un tiempo crucial de nuestro duelo. Todo aquel delincuente vial culpable de producir muerte, deberá permanecer en la cárcel, desde el momento en que es detenido o producido el hecho, por un periodo negociable con las víctimas, no computable con la condena que le fuera impuesta una vez juzgado por el delito cometido, y que, por lo general, no se llevará a cabo hasta pasado unos tres años.

Pido a la Fiscalía General de Seguridad Vial, y a los fiscales en general, que apoyen, redacten, modifiquen  o dicte las normas necesarias para llevar a cabo esta modificación de la Ley de Víctimas de Delitos,  petición que haría un poquito más llevadero nuestro duelo. Es de justicia y nos lo deben como víctimas que somos.

 Ya que jurídicamente no hay forma de que se admita endurecer las penas  o aplicarlas en su máximo grado, para los delitos contra la Seguridad Vial, esta sería una forma de ayuda moral a las víctimas indirectas de siniestros viales.

-Pido a los gobiernos y ayuntamientos que hagan lo posible por crear políticas viales en las que se tengan en cuenta el cambio climático, apostando por una movilidad sostenible y tomando medidas que reduzcan la contaminación de ciudades.

-Asimismo, que potencien el transporte público, y propicien y favorezcan, cada vez más, los “caminos seguros al cole”. Al igual que la enseñanza temprana  de seguridad vial a los niños es fundamental, también hay que sembrar el objetivo de, ir andando al colegio. También deben favorecer el uso de bicicletas o patinetes, de una forma segura y exenta de compartir riesgo con los coches.

-Debemos apartar los coches de las puertas de los colegios, lo máximo posible, para evitar desgracias como el reciente atropello de niñas.

-Pido que de una vez por todas, dejemos de ser un país de borrachos, y para circular la tasa de alcohol permitida sea «cero, cero».

-Pido un protocolo extensible a todas las comunidades, policías locales, guardia civil, mossos, erztaintza… para que las pertenencias de una víctima de siniestro de tráfico, sean custodiadas por las mismas y no sean abandonadas en el arcén o dejadas en el coche, a mano de cualquier desaprensivo, ni se les encargue su custodia a los profesionales de grúas, que ya tienen bastante con su labor de desalojar del asfalto un montón de chatarra.

-Pido verdaderas ayudas económicas para las familias que se rompen con los siniestros viales. Directamente, como ayudas económicas para esas familias que se quedan sin el padre o madre, sustento de una casa, o  niños huérfanos de ambos, desde el momento en que se produce el siniestro, sin tener que esperar tres o cuatro años a que se resuelva el juicio. Todo ello sin impedimento de las indemnizaciones que por ley les correspondan.

-Pido ayuda psicológica profesional, para las víctimas,  fuera de la que puedan ejercer las asociaciones de víctimas. Por cada víctima que se produce en el asfalto, se generan otras muchas indirectas, debido al dolor de estas pérdidas y muchas veces no reciben la ayuda psicológica adecuada.

-Pido Fiscales bien formados y con ayuda de profesionales de criminología que les puedan asesorar en la investigación de los mal llamados accidentes de tráfico.

-Pido que la DGT, muestre una verdadera función de ayuda, vigilancia y coercitiva, aumentando el número de agentes y sus medios.

Todos estamos en las calles como peatones o conductores, todos podemos ser víctimas o victimarios, pero no todos somos delincuentes. La sociedad debe ser más severa con aquellos que producen muerte por sus acciones delictivas. Los siniestros de tráfico son un mal evitable, no nos acostumbremos a verlos como un accidente trágico e inevitable.

-Por último, pido un minuto de silencio por todas las víctimas tráfico que se han producido este año, especialmente por aquellos niños que han perdido la vida,  atropellados por conductores con alcohol u otras drogas, y por todos aquellos que su muerte se podría haber evitado.

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.

21 de noviembre de 2021

Acerca de Flor Zapata Ruiz

Ahora soy una madre sin hijos. Mi única hija murió por un conductor con alcohol en abril de 2005. Desde entonces escribo para concienciar, especialmente a los jóvenes, sobre los peligros de una conducción no responsable.
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