Protegiendo vidas

El pasado martes,  concluyó el I Encuentro Iberoamericano y del Caribe para la Seguridad Vial, que se ha llevado a cabo durante el 23 y 24 de Febrero en Madrid, con la participación de 14 ministros y viceministros, unos 680 participantes, 48 ponentes y la participación de 35 países.

 

El lema fue, “Protegiendo Vidas, Protegendo Vidas, Saving Lives”. Porque el mayor número de muertos en el mundo por temas de seguridad vial, se da en los países Latinos y del Caribe. Más de 120.000 muertos, y si no se ponen soluciones, será una cifra que se incrementará hasta el 60% de aquí al 2020.

 

Pero lo que se quiere conseguir es una reducción del 50 % para esta década. Década por otra parte, que será denominada como Década Mundial de la Seguridad Vial.

 

Los países durante estos días han hablado de lo que han hecho hasta ahora. Han reconocido  el problema  y como dijo la ministra de Obras Públicas de Costa Rica en la clausura: ya estamos todos concienciados,  ahora hay que actuar.

 

El encuentro fue abierto por la Vicepresidenta de España María Teresa Fernández de la Vega, con la promesa de crear un espacio en internet para la unión y el contacto entre los familiares de víctimas para intercambiar experiencia, pues la labor de los afectados es crucial para la solución del mismo. Y el ministro de Interior Pérez Rubalcaba, clausuró el mismo  afirmando que los costes económicos y en dolor y sufrimiento son tantos que no debemos resignarnos.

 

Entre ambas declaraciones y promesas, transcurrieron dos intensas jornadas de ponencias que conllevaron a 15 conclusiones que se seguirán en el próximo encuentro que tendrá lugar en México en el 2011. Y de las conclusiones,  la más destacada por todos los países es considerar el problema de  la Seguridad  como “una política de estado”.

 

Otras, crear una plataforma común para tratar cifras, políticas en común, etc., pasando por el objetivo de reducción de un 50 % de víctima de 2010 a 2020,  mejoras en los sistemas de sanción y jurídico para que los hechos no queden impunes; inversiones, mayor formación, etc., así  hasta 15.

 

Por supuesto, este es el comentario de una madre, la madre de una víctima, y quiero resaltar aquella parte que nos atañe especialmente. Las víctimas, por palabras de todos los ponentes, somos una parte muy importante en el tema de  Seguridad Vial y lo seguiremos siendo. Se creará una federación Iberoamericana de asociaciones de víctimas. Un espacio común. Y la mayoría de los mandatarios estás dispuestos a contar con las víctimas para las mejoras que haya que llevar a cabo.

 

Las autoridades participantes en este evento parecen sinceras. Quieren mejorar estas cifras. Dicen estar dispuestos a construir carreteras seguras. A dar ayuda a los afectados. A imponer mayor autoridad ante los hechos. A recibir el consejo y la implicación de los familiares de las víctimas. A favorecer normas y cambios de conductas

 

Ahora, nos toca a las víctimas estar ahí para exigir su cumplimiento. Para que no se les olvide. Para que esos planes de mejora no se pierdan cuando cambien los actuales equipos de gobierno de cada país, una vez que haya nuevas elecciones. Y que, tal como algunos dirigentes han anunciado, la crisis mundial no afecte a estos planes para mejorar la Seguridad Vial.

 

He echado en falta en este encuentro, una mayor implicación de las autoridades educativas. La educación es pieza fundamental en un cambio de costumbres y actitudes. Algunos ponentes hablaron de falta de valores y otros de educar en seguridad vial tempranamente, pero se incidió poco en el tema de la educación. Creo que faltó la presencia de algún ministro de educación. Desconozco si hubo alguno. Sí los hubo de Sanidad, área también afectada en el tema.

 

Madres de España, América y el Caribe, no os resistáis a ser “madres sin hijos”. No os encerréis en el rincón más apartado de vuestra casa a llorar vuestra pena y vuestro dolor. Salid. Mostraos. Exigid a vuestros gobiernos que cumpla su palabra. No permitáis que nuestros hijos sigan muriendo. Ellos son el futuro. Nuestro futuro y como dijo Albert Camus, “no hay muerte más absurda que la que se produce por un coche”. Porque son nuestros hijos, y si a los demás no les importan, a nosotras sí.

 

Y sigo con mi lema: Todos responsables, todos implicados.

 

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, que murió por el alcohol que otro tomó

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