Post escrito el 4.09.2006 por FZ madredHelena.
Los coches se han convertido para los jóvenes en su primer objetivo a conseguir.
Tengo que reconocer que mi primer coche lo tuve con 21 años, pero también he de decir que trabajaba desde los 16 y a los 24 estaba casada.
Mi primer coche fue un SEAT 133. Y me hice con él, porque tuve la suerte de que me tocara la lotería. Sí, la lotería de Navidad, 25 pesetas que me habían regalado. Suficiente para comprarme el coche y pagar el seguro.
Helena y su pareja de baile, calentando antes de la competición. III Trofeo Fundal, Año. 2001 Polideportivo de Alcobendas.
Efectivamente siempre dije que era una persona con suerte. ¿Cuántas personas pueden decir que les ha tocado el gordo de Navidad? Pocas. Pues yo soy una de ellas.
Muchos años después he renegado de esa maldita suerte que tengo, que todo me toca, por tocarme me ha tocado hasta perder a mi amada hija.
Está claro que la lotería siempre tenía que estar cerca de mí. La de la fortuna y la de los inocentes, este es el título de un artículo que escribió Muñoz Molina y en el que definía muy bien esa maldita fortuna de tocarte la suerte de pasar por allí, estar en ese lugar, coger ese tren o ese metro, etc.
Es cierto que yo quería tener coche porque para llegar a mi trabajo tenía que coger tres autobuses, para volver tenía que coger uno o dos para llegar al Instituto, dónde estudiaba nocturno y cuando salía a las 10 de la noche hasta volver a casa, tenía que tomar otro.
Muchos de los jóvenes que hoy en día quieren un coche, están estudiando, no trabajan, y hoy, hay muchos más medios de transportes. El coche lo quieren, muchas veces, para salir los fines de semana de marcha, de copas, cuando más peligro corren.
Yo creo que hay muchas cosas con las que entusiasmarse, por las que obsesionarse, con las que divertirse. El coche en algunos casos es una liberación, pero la mayoría de las veces es una esclavitud y no hablemos del gasto.
Pero por supuesto es lícito y si uno se lo puede permitir…
Hoy quería hablaros, por ejemplo, de una de las pasiones de Helena, el baile. Ella comenzó acompañándonos a nosotros a clases de Bailes Deportivos de Salón. Sí ese baile que hemos visto en el programa “Mira quién Baila”. Ella no podía bailar porque el grupo era de adultos.
Nos veía y cuando llegábamos a casa era la que nos corregía y nos enseñaba. Cuando cumplió 16 años, entro en el grupo y comenzó a bailar. Le encantaba y se le daba bien. Tenía el ritmo metido en el cuerpo.
Helena con tres años, bailando sevillanas con su tia
En la primera competición que participó, aún era muy pronto y no tuvo nada que hacer. Después en la siguiente, fueron ganadores en Latinos en su nivel, por supuesto acababan de empezar, era un nivel bajito. Más tarde sus estudios le ocupaban todo el tiempo y lo tuvo que dejar, pero lo practicaba siempre que podía, cuando salía de marcha, en las fiestas, etc.
El baile es una de las formas de pasar el tiempo libre, hacer ejercicio, convivir con otras personas, disfrutar de la música y sirve también para ligar. Estoy convencida que un chico que baile bien, tiene más éxito que con el descapotable más impresionante.
Este es sólo un tema, hay miles de formas de pasarlo bien. No tengáis en vuestra mente sólo el coche. Es un medio pero no es el único y por supuesto no es el más divertido.
Pensad en algo más que coches
. Helena y Raul en la Final.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por el alcohol que otro tomó.