(Post escrito el 09.07.2007 por FZ madredHelena)
Escrito tomado de la página oficial de la escritora Espido Freire, de su sección «El cajón de Espido»
«Por Puntos»
«Finalizaron ya los celos de los animales, en los que individualidad cede paso al instinto, y cualquier rasgo característico se doblega bajo la necesidad de supervivencia de la raza. Los machos se comportan de manera muy similar y las hembras parecen recuperar lecciones aprendidas: en general, gran exhibición de colores y tamaños, y ruidos, bramidos, mugidos, aullidos de todo tipo.
El humano contemporáneo no dedica sus mayores esfuerzos al apareamiento, sino a la conducción. Desde que los ejemplares llegan a la edad adulta se proveen del coche más grande, del color más de su gusto, y de la bocina más estruendosa, y se lanzan a la calle, no necesariamente para seducir.
La indignación se demuestra con un bocinazo. Los atascos, con pitidos inacabables. La imposibilidad de encontrar un aparcamiento, el taxi que se cuela, la invasión del carril bus dejan espacio a la imaginación acústica del conductor. Del mismo modo que el perro de Pavlov salivaba con la campanilla, el volante dispara la adrenalina. El coche es un lobo para el coche.
En cada vehículo atravesado en mitad de la calle mientras el ocupante compra el pan, en el desprecio por los pasos de cebra y los límites de velocidad, en el desdén por la sobriedad y sobre todo, en el uso abusivo de la bocina se revela esa nueva carga genética. El nuevo alarido de la especie. La imposición sobre el medio.
Como durante el celo, cuando conducen los individuos desaparecen, y surgen las características de la especie: la agresividad, la impaciencia, el egoísmo, la necesidad de imponerse. Como el cangrejo ermitaño, el humano se rodea de una cáscara de acero coloreado y se cree seguro en su grotesca apariencia. Como otros animales pelea, pendencia, grita, intenta aparecer más fiero, mayor, más robusto y mejor dotado.
El celo del conductor dura todo el año»
Tengo que reconocer mi admiración por Espido Freire, pero es que esta vez, este texto es ¡Tan oportuno y tan bueno para reflexionar!
No tengo comentarios, mejor dicho sí los tengo, pero son personalmente para ella.
Este post no tendrá posibilidad de poner comentarios, tal como hago siempre cuando traigo hasta aquí temas escritos por otras personas.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por un violento vial.