(Post escrito el 14 de abril de 2008 por FZ madredHelena)
El pasado sábado, sobre las 11h de la mañana, había quedado con otras madres que han perdido tambien a sus hijos por violencia vial.
Me dirigía por la M-40 (Madrid), una de las vías más transitada en los días laborables pero que los fines de semana ofrece un tráfico fluido, durante el resto de los días prácticamente se circula en caravana.
Justo en la desviación que tenía que tomar, había un accidente. Un motorista en el suelo y una moto clavada, en posición vertical, en los guardarrailes.
No debía hacer mucho que había pasado, ya había algunos coches parados, personas junto a él y otros conductores que nos indicaban que nos desviáramos.
La visión de las escena me afectó tanto que perdí mi atención y, aunque era esa justo la salida que tenía que tomar y no habría podido tomarla, me perdí. Ya no supe por dónde tenía que ir, qué hacer.
Tuve que recorrer algunos kilómetros para poder dar la vuelta. Había comenzado a llorar. Recuerdos, pensamientos, sentimientos se agolparon.
Mi acompañante, una mujer muy joven pero marcada también como yo por el dolor y la pérdida, en su caso su marido y su bebe, trataba de consolarme y darme fuerza y seguridad ¡Qué cosas! De hecho, pienso que si no hubiera ido con ella, quizás me habría vuelto a casa.
Tuvimos que pasar nuevamente por el lugar, aunque estaba vez ya por otro carril para poder desviarnos. El motorista ya no estaba en el suelo. Estaba el Samur y la policía. Respiramos aliviada. Esa es buena señal.
El domingo busqué información sobre ese accidente. No lo encontré. Hoy encuentro noticia de dos accidentes mortales, pero el domingo. Las noticias dan 16 muertos en este fin de semana . Como siempre es un número, pero todos ellos tienen una cara, un nombre y personas que les querían, les quieren, les querrán y quedarán marcados para el resto de sus vidas.
Por fin llegamos a nuestro destino. Me costó mucho centrarme, pero lo conseguí. Hasta que llegó un padre que había perdido a su hijo hace escasamente un mes. Un atropello en un paso de cebra, por una conductora que dio tambien positivo en alcohol. Nuevamente recuerdos, pensamientos, sentimientos. Nuevamente volvieron las lágrimas.
Pero, al rato, ya me encontraba discutiendo qué hacer para seguir concienciando.
A veces, me sorprendo pensando en la fuerza que da el dolor, en la fuerza que tenemos casi todos los que nos reunimos, que a pesar de nuestra pérdida, seguimos con fuerza y ganas de hacer, proponer, hablar, llorar, reír y querer ayudar a otros.
No penséis que es fácil. Los que nos reunimos hemos sufrido mucho, seguimos sufriendo, pero no nos paramos.
Los que estáis o habéis pasado por una situación parecida, no os paréis, no os resignéis, no dejéis que les pase a otros. Hay que pedir justicia, mejores estructuras, prevención, educación, responsabilidad de todos, los que producen esos mal llamados accidentes y los que con sus acciones podrían haberlos evitados.
En el primer trimestre de este 2008, ha habido 502 muertos en las carreteras y seguro que faltan los que han muerto en vías urbanas.
Si estos 502 hubieran sido muertos por un virus, toda la población estaría haciendo una manifestación y se habría formado un gabinete de crisis. Pero estos 502 son personas que iban en coches, motos o andando tranquilamente.
Por cierto, el motorista que estaba en el suelo, no sé si llevaba una moto de gran cilindrada, ni me importa. ¡Por favor!, dejad de decir eso cuando se da la noticia. Es probable que no tuviera la culpa. Espero que esté bien y se recupere.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.
