Hemos conseguido reducir un 50% las muertes en accidentes de tráfico. Según las autoridades, 8.000 muertos menos. Yo no estoy orgullosa.
Yo no me consuelo. Yo no pienso que se han salvado 8000 vidas. Yo recuerdo a los familiares de los “alrededor de 2.600 personas” que murieron el año pasado. A los padres de los jóvenes de Caldas de Reis, por hablar de los últimos. Yo recuerdo a mi hija, que pertenece a la estadística del año 2.005, cuando hubo 4.442. Yo sigo sintiendo mucho dolor.
No nos sintamos orgullosos. Alrededor de 2.600 muertes son muchas muertes.
Sigue habiendo muchos puntos negros, muchas carreteras en mal estado, muchos borrachos y drogados en las carreteras, muchos indeseables con exceso de velocidad y violencia, muchos jóvenes sin experiencia. Claro, como no, acaban de empezar, pero ese no debería ser motivo para que cuando obtienen su carnet sepan conducir perfectamente, aún sin experiencia.
Queda mucho por hacer. No nos fijemos sólo en las estadísticas. Cada número lleva detrás una cara, y mucho dolor para los que ya no la vuelven a ver.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.
Estimada Flor,
¿qué ocurre con las personas fallecidas a consecuencia de las heridas y traumatismos ocasionados por los accidentes cuando esos fallecimientos ocurren pasado un tiempo?
Este es mi caso concreto y pienso que el de otras muchas personas.
¿Por qué no entran en las incompletas estadísticas?
¿Dónde situamos esas muertes, en «El Limbo»?
Esta es una de las miles de preguntas que me hago y no obtengo respuesta alguna.
Pues que tienes toda la razón.
Para empezar, los datos totales tardan casi dos años en hacerse públicos y como dices, creo que estas personas se siguen sin tener en cuenta.
>A mi no me gusta decir «tantas personas menos que el año anterior». Para mí, cada muerto es un muerto más. Y las víctimas colaterales… muy pocas veces se hablan de ellas. Yo les llamo «Los invisibles de los accidentes de tráfico»
http://comunidad.terra.es/blogs/mamyhelena/archive/2008/11/18/losinvisiblesdelosaccidentesdetrfico.aspx
Por eso tenemos que estar ahí recordando, presionando, participando, no dejando que nos nuble el éxito.
Flor, madre de Helena.