(Post escrito el 10 de noviembre de 2008 por FZ madredHelena)
Cada vez que tomo el tren para ir a mi sesión de terapia, me encuentro o me involucro en historias, totalmente verdaderas, que unas veces traigo hasta aquí y otras no lo hago por falta de tiempo.
Hoy, cuando volvía de mi cita con mi psicóloga y a los pocos minutos de saltárseme una lágrima, pues mi estado de ánimo sigue siendo malo y cualquier recuerdo, momento o situación, me lleva a que mis ojos se llenen de lágrimas (en esta ocasión ha sido por escuchar a uno de esos músicos y cantantes que últimamente son cada vez más habituales en el tren y en el metro). Pues, como decía, al momento, me fijaba en un joven que viajaba casi frente a mí.
Llevaba una camisa negra con letras blancas sobre su pecho. Las letras ocupaban casi todo el torso del joven.
El texto estaba en inglés y mis conocimientos de inglés no son demasiado buenos.
En un primer momento me llamó la atención la palabra “Problem” y la palabra “drink”
No podía apartar mi mirada de ese texto y trataba de verlo y entenderlo, pero la visión que tenía del mismo no era del todo completa.
Me parecía entenderlo, no literalmente pero sí en general. Por otro lado, no quería creer lo que creía que allí ponía.
El joven, como la gran mayoría, iba oyendo música a través de sus auriculares. No me parecía adecuado interrumpirle para preguntarle. Pensé, lo haré cuando nos bajemos.
Pero, al llegar a Canto Blanco, el joven se levantó para bajarse; supongo que iba a la Universidad, la misma a la que hace muchos años yo había asistido.
Si se bajaba ya no podría confirmar lo que en esa camiseta se decía y a mí me interesaba tanto.
Como ya he contado en otras ocasiones, con esa falta de vergüenza que tengo desde que he perdido a mi hija, me dirigí a él:
– Perdona, mi inglés no es muy bueno y no entiendo del todo lo que pone la camiseta. ¿Me lo puedes traducir?
El joven, me mira con una sonrisa un poco burlona y como si le hubieran cogido en falta, supongo que pensando que yo sí sabía lo que el cartel decía y quería por eso meterme con él.
Le insisto y al final me dice, casi sin querer, el resumen de la frase, que no la traducción literal de la misma.
– No es un problema beber.
– ¡Ah¡ No es un problema beber.
Entonces, abro mi bolso, busco una de mis pegatinas, esas que siempre llevo por si acaso y se la entrego.
– Mira, este es un blog, si pones en cualquier buscador ¡Quiero Conducir, Quiero Vivir! te saldrá.
– Este nombre que aparece aquí, “Helena”, es la firma de mi hija.
– A mi hija la mató un conductor borracho.
El joven toma la pegatina, la dobla y la guarda en su bolsillo con la cabeza agachada.
No pronunció una palabra.
Querido joven desconocido:
No era mi intención avergonzarte ni reprocharte nada. Habrás pensado que estoy loca y no te falta razón. Una locura producida por el dolor de la pérdida de mi hija.
Pero tenía que decirte, advertirte, que no es así de sencillo, que beber, a veces, sí es un problema ¡Un gran problema!
En mi caso, me robó a mi hija. Ella no había bebido, pero murió por el alcohol que otro tomó.
Y, el que tomó demasiado alcohol y después se puso a conducir un coche, en este momento, está en la cárcel cumpliendo una condena de 2 años y nueve meses.
En este caso el alcohol ha sido un gran problema, aunque es cierto que más para mi hija que para quien causó su muerte.
Perdóname ese abordaje.
Tu camiseta me pareció, salvo por el mensaje, muy bonita, pero mi mensaje, aunque no lo creas muy doloroso, es más bonito. Significa ¡ vida!
Yo, como cualquier madre, lo que quiero es que vivas muchos años. Tú y el resto de jóvenes.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.
– 18.000 jóvenes menores de 21 años, han muerto en accidentes de tráfico en la última década.
– Alrededor de 1.500 personas mueren al año en accidentes de tráfico producidos por el consumo de alcohol y drogas.
– El fin de semana pasado, murieron más personas que el año anterior.
– Este fin de semana, han muerto 29 personas. Siete más que el mismo fin de semana del año anterior. Ha sido el fin de semana más trágico de todo el año.
– Entre 30 y 50 de cada 100 accidentes mortales están relacionados con el consumo de alcohol.
– A finales de Octubre habían muerto más de 1.800 personas en accidentes de tráfico
Mi “carta abierta a los jóvenes”. No me canso de pedir que la lean.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.
Hola Flor: Soy de la asociación de Lola Velayos, creo que primero contacté contigo y tu llamaste a Oliva y ella contactó conmigo. Ahora entro en tus relatos y me gustaría poder tener algunas pegatinas, como quiero unas pocas pienso que es mejor que pueda pagarlas y así contribuir a los gastos, podrias enviarlas a mi domicilio o a la lista de correo de Riaza y yo pagar al recogerlas. Tambien he pensado que se podrían hacer algunas camisetas, con algún slogan como: ! Cuidado ! El alcohol al volante es un problema. Alcohol y coche no son amigos. Bueno podríamos pensar en ello. Hasta pronto Flor.
Yo tengo dos hijos de 24 y 22 años y conducen, y esto me preocupa. Un abrazo.
Almudenas, todas las que quieras, y compleamene gratis. Esas pegatinas ya están pagadas. Con el dinero que me dieron, dicen, por la vida de mi hija. Te escribo por correo electrónico. Un abrazo.