Desde el día en que mataron a mi hija, el 17 de abril de 2005, siempre dije que mi hija murió en un «mal llamado accidente de tráfico». Prueba testimonial de ello fue la primera y segunda esquela que publicamos en su aniversario:
En estos días que ha tenido lugar la convocatoria y la presentación del libro «Aspectos Criminológicos en material de Seguridad Vial», y en la redes comenzamos a hablar de «No lo llames accidente de tráfico, llámalo siniestro de tráfico.
Y en el apartado de víctimas del mencionado libro, en el artículo que escribí titulado «Victimas o Afectados», doy una definición de cómo me gustaría que se denominaran esos mal llamados accidentes de tráfico.
Hoy, después de la presentación de ese libro el pasado día 25, los medios de comunicación se han hecho eco de nuestras reivindicaciones, las de las víctimas y las de los expertos, los criminólogos de Seguridad Vial, y han dado aire a nuestra petición:
«Expertos proponen renombrar los accidentes de tráfico como «Siniestro Vial»
Ojalá lo consigamos. Ojalá esta nueva disciplina de la Criminología Vial sirva para disminuir las víctimas. Ojalá entre todos desterremos esos «mal llamados accidentes de tráfico». Yo me empeño en ello, ya va para más de 9 años.
Y como dicen las víctimas, si se pudo evitar no es un accidente.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.
Tienes toda la razón, Flor, mi hermana pequeña Mª Lourdes perdió la vida en la carretera el 23 de octubre de 2009 por la imprudencia de un conductor, eso es lo que dicen