Llorar por los amigos

El mismo día que escribí sobre los jóvenes de Eibar, envié una de mis «cartas al director» (uno de mis amigos dice que los directores de los periódicos deben temer recibir mis cartas, por la frecuencia, jajá).

Ayer fue publicada esta carta en El Diario Vasco, en su versión de papel. Hoy la he encontrado en la versión digital de diariovasco.com.

Artículos de opinión

LLorar por los amigos

13.04.10 – 02:49 –
Llevo cinco años reviviendo mi dolor en cada uno de los accidentes de carretera de los que tengo noticia, especialmente cuando afecta a los jóvenes. Ese mismo tiempo es el que he utilizado, y continúo, en pedir a los jóvenes que no dejen su vida, que apenas han comenzado a vivir, en el asfalto. Pero cada día se produce una nueva muerte, a veces, como hace unos días en Eibar, cuatro a la vez. Mientras, los jóvenes se reúnen para enterrar a sus amigos, para llorarles, para ver cómo los padres que quedan se pierden en un mundo de dolor y, a la vez, se pierden tantos sueños, esperanzas y futuro. Pero para muchos de los jóvenes estos momentos duran un instante, el momento del entierro; unos días después se olvidan de lo que causó tanto dolor. No lloréis a los amigos. No os quedéis sólo en eso. Haced lo posible para que no se pierdan más. Os necesitamos para que este mundo no se pare. No dejéis vuestras vidas en el asfalto. Vuestro dolor es también el mío.
 
Cada vez que publican una de mis cartas lo agradezco enormemente. Es una forma de encontrar eco a mi lucha.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.
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3 respuestas a Llorar por los amigos

  1. vane dijo:

    claro que si flor, y debes seguir mandandolas, porque con solo 1 que la lea y le haga caso ya hemos ganado muchisimo…….sigue así mi querida Flor….no cambies nunca

  2. Amanecer dijo:

    Claro que si.
    Es una lucha contínua, y tu mas que ellos sabes lo que cuesta.
    Sigue adelante, me siento orgullosa de esa fuerza que tienes.
    Me siento orgullosa de tenerte en mi familia.

    Un abrazo con cariño.

  3. Laura dijo:

    Sabes que tus palabras valen mucho. Tienen una fuerza que otras no tienen.

    Aparte del recuerdo, lo más importante es transmitir el mensaje para concienciar.

    La vida sigue con lo que se aprenda de lo sucedido para los amigos.

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