La bebida de los tramposos

De Francia nos han llegado muchas cosas que rezumaban libertad. También el carnet por puntos y su ejemplo en la reducción de víctimas viales. Pero esta vez nos llega una bebida para enmascarar el estado de embriaguez, aunque sus descubridores no la venden como «un acelerador para eliminar el alcohol en sangre».

Se trata de una bebida con aspecto de refresco que sus creadores dicen que reduce el alcohol en sangre, después de su ingesta, en unos 45 minutos.

Yo he oído contar que, en época de nuestros abuelos, los jóvenes cuando iban a salir de parranda, un poco antes se deleitaban con un buen trozo de tocino o una cucharada de aceite, y esto era el mejor seguro para aguantar más a la hora de mostrar resistencia a los estragos del alcohol. Claro que, por entonces, los jóvenes no tenían que volver a casa en coche, lo hacían a pie, salvo algún afortunado que tuviera una bicicleta y muy probablemente terminaría en el borde cualquier camino porque no se podían llamar carreteras.

A algunos de estos jóvenes que se preparaban para beber se les llamaba «tramposos», pues si de lo que se trataba era de mostrar la resistencia para durar con la juerga no estaban jugando limpio.

A lo largo de la historia se han recurrido a muchas trampas para esconder estados que no tienen nada de respetables y ejemplares: café y aspirina para ocultar la resaca, anfetaminas para resistir las horas de estudio que no se habían dedicado antes, coca para estar como una moto, píldoras para la grasa después de un atracón de comida… Son solo trampas que más tarde o temprano pasan factura.

No sé hasta qué punto los efecto de esta nueva bebida estarán debidamente estudiados pero qué necesidad tienes de tomar una bebida para enmascarar otras que ya has bebido: el riñón ya ha trabajado lo suyo y  el bolsillo se ha vaciado, ¿qué queda?: ENGAÑAR.

Engañarte y engañar.

¿No será que lo que necesitas es no dar positivo? ¿No será una forma de beber más?

En Francia, como en la mayoría de los países, la primera causa de muerte al volante es el alcohol. Me uno a la Asociación de Prevención Vial francesa en la petición de que sea prohibida la comercialización de esta bebida.

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, que murió por el alcohol que otro tomó.

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