El pasado día 30 escribí uno de esos correos que yo llamo “correo sin entregar” a los familiares de Carlos Parra, pero lo dejé en borradores y no publiqué. En él les decía que probablemente la muerte de Carlos sirviera para que de una vez por todas muchos mal llamados accidentes de tráfico que sequedan en el limbo, sin estudiar, sin saber porqué paso, a partir de ahora se estudiarían; que a partir de ahora,quizás, habría cambios. Hoy, en las noticias, escuchaba las declaraciones del Fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas: “Que sepa el conductor que produce un accidente por ir con el móvil, por ir pegado al conductor de
delante, haciendo adelantamientos arriesgado, con alcohol… con resultado de muerte, que será imputado de un delito de homicidio imprudente y tendrá pena deuno a cuatro años de cárcel…” (alguna palabra puede que no sea textual)
¡Por fin!
¿Será verdad que por fin más de uno no se va a ir de rositas? ¿Podrá ser que una gran mayoría no conseguirá que le juzguen como una falta en lugar de un delito? ¿Será verdad que en los accidentes de tráfico le
harán la prueba de alcohol no solo al muerto, sino al que queda vivo? No me lo puedo creer todavía.
El post que escribí a la familia de Carlos Parra lo dejé como borrador porque después de escribirlo pensé que en esos momentos mis palabras no serían de consuelo para ellos. Al revés, era demasiado dura la realidad como para pensar en el sacrificio de una vida para conseguir que otrasno se pierdan, pero de verdad que tenía esperanza que este caso, que aún está por ver que no echen para atrás la prueba de alcoholemia conseguida con la sangre guardada, sería el revulsivo para que esto cambiara.
Esta era mi carta:
“Carta a los familiares de Carlos Parra
Siempre dije que me alegraba de que el que mató a mi hija no fuera una persona conocida, no hubiera podido vivir sabiendo en todo momento dónde estaba, qué hacía, qué era de su vida, si había casado a sus hijos…
Por eso, pienso que vuestro dolor es aún mayor, como pasó con la víctima de Farruquito.
Pero en este momento, y perdonar mi atrevimiento, creo que quizás la muerte de Carlos no sea una muerte más en la carretera. Quizás su vida sirva para que haya un cambio: ¡Basta ya de accidentes de tráfico sin saber el motivo!
Como he dicho ya en otras ocasiones, son muchos los que han sido enterrados sin saber cuál fue el motivo de ese accidente, quién fue el culpable, por qué sucedió, porque en una gran mayoría, los muertos no nos pueden decir nada, los familiares se quedan sumidos en el dolor, y los atestados no dan muchas pistas.
Hasta ahora, son los familiares de las víctimas los que tienen que investigar, buscar pruebas, testigos, luchar contra administraciones, costear de su bolsillo investigadores que reconstruyan accidentes, etc.
Quizás el hecho de que esta vez el implicado sea un personaje público haga que esto cambie. Las víctimas no podemos esperar a que exista la posibilidad de que un médico haya guardado un poco de sangre para hacer una prueba de alcoholemia una vez que un juez lo haya pedido. Esto tiene que cambiar. Debe existir un protocolo de actuación que exija, por ley, o por como se quiera, que en los siniestros de tráfico, igual que al muerto se le va a realizar una autopsia, a los implicados se les realice una prueba de sangre para saber en qué estado conducía.
Cuando estábamos enterrando a nuestra hija, el culpable de su muerte estaba siendo puesto en libertad. Nosotros no podíamos estar en ese momento pidiendo, exigiendo o defendiendo los intereses de nuestra hija, pues igual pasa en miles de casos. Los familiares no pueden llegar a tiempo de pedir a un juez que se realice una prueba de sangre al implicado, y para cuando un juez la pida ya es demasiado tarde.
En esta ocasión, quizás se ha llegado a tiempo. Habrá que esperar a ver qué pasa.
Sé que en estos momentos de dolor para vosotros esto de lo que os hablo os debe sonar peor aún, porque ahora vuestro dolor es más fuerte que vuestro deseo de lucha pero después de nuestra pérdida no nos queda nada más que desear que a otros no les pase, al menos esto es lo que yo sentía y por lo que lucho.
Siento no tener palabras más reconfortadoras porque no las hay, de momento. Sé y conozco el camino que
habéis comenzado a recorrer y habrá de pasar mucho tiempo para encontrar un poco de sosiego, que no de olvido. Pero quiero deciros que el dolor compartido no es menor pero es más llevadero, y somos muchos los que estamos en vuestra misma situación y con vosotros, a pesar de la distancia.
Vuestro dolor es también el mío porque, antes, ya fui yo.
Un afectuoso saludo.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.
Una productora de televisión me ha invitado a un programa que están haciendo sobre Ortega Cano y las víctimas de los accidentes. Sintiéndolo mucho no podré asistir, pero todo lo que tenía que decir ya lo he dicho através de este blog y en la contestación de mi imposibilidad a esta productora les decía que el problema no era que esta vez fuera un famoso, sino que se siguiese sin poder realizar la prueba desangre para reconocer el índice de alcohol si la persona no da su autorización.
Mientras que eso no cambie muchos accidentes quedarán sin esclarecerse.
Espero que con las declaraciones del Fiscal de Seguridad Vial esto se corrija de una vez por todas. Esperemos que la fiscalía, de unavez, plante cara a los terroristas viales que existen en nuestras carreteras.
Se lo deben a nuestras víctimas.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.
Ojalá esto sirva para algo y los jueces lo apliquen. Será mi posibilidad de que pasen ej juicio de guille de falta a homicidio.
Gracias Flor
En ti ha sido en la primera que he pensado.
No Meli, la ley no se aplica con caracter retroactivo, lo siento. A él lo juzgaran con la que le corresponde en el momento del delito.
Confirmo lo que ciice Mari Carmen, sin ninguna duda: La Constitución lo dice muy claro.
Saludos.
Ojalá sea cierto que las cosas cambien, pero… yo tampoco me lo creo….