Una madre, borracha, conduciendo, y con dos niños en el coche

El alcoholismo es un grave problema con repercusión en todos los ámbitos: familiar, laboral, social. Y eso que vemos en las películas “me llamo fulano de tal y soy alcohólico” no es de película es algo muy real y muy serio y que muy pocos lo hacen porque ese es el primer paso para darse cuenta de que se tiene un problema con el alcohol.

 

Y es en lo primero que he pensado cuando he leído hoy la noticia: “esta madre tiene un problema con el alcohol, un grave problema, y aún no se ha dado cuenta, no lo ha reconocido”. Y es lo que quiero pensar. No quiero imaginar que esa madre sea tan inconsciente para poner en peligro a sus dos hijitos y conducir con una tasa de alcohol de 1,32, la primera y 1,26, la segunda, miligramos por aire aspirado. Eso sí, los niños iban sentados en dos sillitas perfectamente homologadas, pero quizás les hubieran servido de poco si la propia policía no la hubiera detenido y comprobado en el estado que iba y su mamá hubiera seguido conduciendo.

 

¿Y qué hacemos con estas personas? ¿Cómo transmitirles el daño que pueden causar? Estoy rodeada de víctimas que han perdido a sus seres queridos por el alcohol que ellos no tomaron.

 

Mi amiga Carolina perdió a su hijito de pocos meses y a su marido por uno de estos alcohólicos. Y el causante, se bajo del coche y se marchó. La policía, cuando llegó, se encontró una mujer gravemente malherida, un bebé y un hombre muertos y un coche, sin conductor, abandonado. Parece ser que era un alcohólico.

 

Los padres de Julia perdieron a su hijita también porque un conductor decidió beber y llevarse por delante el carrito en donde paseaba Julia. Y parece ser que el presunto culpable sigue bebiendo.

 

El que mató a mi hija estuvo, casi todo el día, bebiendo en la cantina del cuartel. Se prestó a llevar a una compañera del ejercito a recoger a su hijita que había dormido con su hermana esa noche por estar ella de guardia. Se llevó por delante el coche de mi hija cuando iban a la estación de tren del goloso a recoger a la niña. Esta niñita podría haber ido también el coche. Podría haberle pasado también algo. Pero, normalmente, al coche del malo no le pasa nada. Van sembrando mal pero ellos sobreviven.

Y así podría relatar el caso de muchas de las víctimas que conozco.

 

Eso, de los que sabemos, pero ¿cuántos beben, han bebido, siguen bebiendo, y nunca sabremos que lo que produjo el mal llamado accidente fue el alcohol? Ya se encargan ellos de aprovechar el menor resquicio para rechazar, recusar, pruebas. Esas pruebas que unas veces no se hacen porque el conductor no está en estado para soplar, o porque en algunos casos la policía o la guardia civil que asiste al atestado no aprecia o no se da cuenta de que el conductor puede haber bebido y no la realiza. Más antes que ahora, también es verdad.

 

Algunos de estos conductores con alcohol, recuperan los puntos perdidos de su carnet, en cursos específicos para ello. Algunos de los profesores que imparten estos cursos me han comentado que no muestran ningún arrepentimiento, ningún pesar, son arrogantes, indiferentes y les importan una mierda los demás. Y algunas víctimas, a través de asociaciones, se prestan a dar charlas a estos malvados. Así somos. A pesar de nuestro dolor, pensamos que les vamos a concienciar, les vamos a cambiar. No nos engañemos, sólo nos van a utilizar para recuperar su carnet.

 

Para algunos de estos delincuentes, ellos no tienen ninguna culpa y esla D.G.T. la causante de sus desgracias, con fines lucrativos.

 

Yo me pregunto qué castigo le impondrá el juez a esta madre.

 

Pues, si fuera yo, le impondría un recorrido por las distintas asociaciones de víctimas de este país, o por las casas de las víctimas. Aquellas en las que nos sobra un plato. Las que hemos perdido a nuestros seres queridos, por el alcohol que otro tomó.

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por un conductor con alcohol.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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2 respuestas a Una madre, borracha, conduciendo, y con dos niños en el coche

  1. erisan23 dijo:

    La justicia debería ser mucho más dura con estos «especímenes», mientras no sea así, esto mismo seguirá ocurriendo todos los días. ¡Cuánta injusticia hay!!!!! ¡Cuántos inocentes pierden su vida por culpa de la irresponsabilidad de muchos!!!!!!!

  2. Laura dijo:

    Sigue combatiendo el alcoholismo, Flor. Es una lacra dentro y fuera de la carretera, aunque no haya que ser extremos con nada.

    Un abrazo desde Berlín.

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