Los radares no quitan puntos

(Post escrito el 10 de Septiembre de 2007 por FZ madredHelena)

Cuando comencé a recoger información para escribir este artículo, aún no había terminado el verano ni la operación retorno había dado sus frutos. Mejor dicho, sus muertes.

Ahora, cuando por fin intento dar publicidad a este escrito, los muertos y las voces pidiendo responsabilidades y dimisiones, son muchos más.

Era tal mi incredulidad sobre lo que voy a contar, que comencé a buscar todo aquello que se hubiese escrito sobre el tema y hay mucho, pero el archivo que supone el tiempo y en especial las noticias, lo lleva todo al olvido.

Consulté a expertos en sanciones de tráfico y consulté a la propia Dirección de Tráfico. Todo ello sirvió para confirmar, lo confieso, mi ignorancia y para acrecentar  mucho más mi decepción hacia esta sociedad y sus leyes.

Así iba a comenzar mi artículo:

 “Según algunos medios de comunicación las sanciones de  tráfico han aumentado un 26 % en el último año. Pero este aumento es por incumplimiento normativo. No significa que conducimos peor y el máximo control de la DGT sobre las infracciones de tráfico es la causa de este aumento, no. El motivo es otro.

Este incremento se debe a que la actual normativa tiene un resquicio por donde si tú tienes dinero y pocos escrúpulos para negar lo que has hecho, le puedes colar a la DGT muchos goles.

Con la actual normativa, aquéllas sanciones que no son realizadas directamente por un agente, por ejemplo las impuestas a través de un radar fijo, el dueño del coche está obligado a identificar al conductor infractor. Pero, si el  dueño del coche no identifica al conductor que cometió la falta, será sancionado con una multa de mayor cuantía económica y catalogada así “no identificar al conductor”, pagará dicha multa y con ello evitará la retirada de puntos o del  propio carnet.

Esta sanción lleva aparejada un importe económico que puede ir desde 301 € hasta 1500, pero que muchos conductores prefieren pagar a ser sancionados con la pérdida de los puntos correspondientes.

Esto es algo que diferencia nuestro carnet por puntos  del de otros países como  Francia, por ejemplo. Allí, para las infracciones por exceso de velocidad, el responsable es el propietario del coche. Con ello se evita la venta de puntos o como en nuestro país el no descuento de dichos puntos, en una palabra, la imposibilidad de fraude.

La DGT en numerosas declaraciones ha considerado la venta de puntos como algo puramente anecdótico y por supuesto, un fraude que supone un delito penal, pero el caso es que, de momento, la propia DGT reconoce que eso está así y para  cerrar esta brecha que está abierta, habría que modificar el procedimiento sancionador y para ello se necesita una nueva Ley y, por tanto, una nueva legislatura para llevarla a cabo.

Así pues,  yo creo,  que el problema mayor que se suscita con esto es que la posible medida preventiva, correctiva, coactiva o educadora que podría conllevar la implantación del carnet por puntos, se queda en nada.

Hasta ahora, no todos los conductores son conocedores de esta posibilidad. Sólo aquellos que consultan con asociaciones de conductores o abogados especializados en temas de sanciones, son informados de esta forma de no perder puntos. Pero ¿Qué pasará cuando todos los conductores conozcan  el tema? Pues que los radares sólo servirán para aquello que hasta ahora, los detractores de la DGT denuncian en todo momento, recaudar dinero.

Llevo más de dos años escribiendo, tratando de concienciar y estando de acuerdo con todas aquellas medidas que sea disuasorias o tendentes a cometer menor número de infracciones que en especial conlleven a que se produzcan menos accidentes, llámese: controles de alcoholemia, radares, carnet por puntos, etc, pero esto me ha supuesto una seria duda hacia el verdadero interés por parte de las instituciones en el deseo de hacer disminuir las víctimas de movilidad.

Ministerio de Justicia, Ministerio de Interior, Dirección General de Tráfico, modifiquen esto para que los ciudadanos que tenemos verdadero interés en resolver este problema, sigamos creyendo en nuestras instituciones y organismos, porque si no lo hacen así, seguirán siendo el objetivo de las iras  y no respeto de aquellos que hasta ahora piensan que lo que hacen no es con el objetivo de salvar vidas, sino de recaudar paras las arcas del estado.”

Más o menos este iba a ser mi artículo, pero mi indignación ha ido en aumento. Hoy viendo, como algunas encuestas dan como resultado la pedida de dimisión de Pere Navarro, me gustaría apuntar algo más.

Todo queda pendiente para una nueva legislatura: La reforma del Código Penal, la reforma del procedimiento sancionador en materia de tráfico, etc. A duras penas se logró que todo lo relacionado con Seguridad Vial saliese en esta legislatura y no esperara a la próxima, precisamente para tratar de parar la sangría en la carretera y esta impunidad con la que se encuentran los “malos de nuestra sociedad”.

A mí me gustaría pedir una rebelión ciudadana.

Sí una rebelión de ciudadanos que somos los que pagamos siempre las consecuencias de lo mal hechas las cosas, unas veces con dinero y otras con nuestra propia vida o la de los nuestros.

Una rebelión ciudadana ante nuestros políticos, sean del signo que sean y pertenezcan al partido que pertenezcan. Estén en el gobierno o en la oposición.

Señores políticos:

Nosotros, los ciudadanos somos los que les pagamos, pagamos sus sueldos y sus gastos, por un trabajo, una gestión y un servicio que deberían realizar como todos hacemos, en la jornada de nuestro trabajo o en las horas fuera de jornada que debemos hacer cuando el trabajo no ha salido y que ni siquiera,  son horas remuneradas.

Uds. Tienen que hacer bien los deberes, no pueden dilatar el tiempo en discusiones por el hecho de ser soluciones propuestas por el partido contrario.

Señores políticos, pónganse las pilas para realizar mejoras en esta sociedad con leyes justas, aplicables, eficaces y eficientes y no de forma chapucera, como en este caso ha resultado el carnet por puntos o haciendo que cada vez tengamos más la sensación de que siempre se cumple aquello de «Hecha la Ley, hecha la trampa».

Se está pidiendo la dimisión de Pere Navarro, el único que hasta ahora, ha escuchado a los familiares de las víctimas y personalmente, creo que quiere que esto cambie, pero ¿Qué pasa con el ministro de Interior, con el ministro de Justicia, con los diputados representantes de todos los partidos políticos que formaban la “Comisión no permanente de Seguridad Vial en el Parlamento”y que a duras penas sacaron adelante la reforma, luchando constantemente con el propio PP, y con todos los políticos que deberían estar implicados en poner soluciones y no sólo trabas?

Estos, ¿No tienen que dimitir? ¿No se les quitan puntos? ¿No se matan o pierden a sus seres queridos en las carreteras? Debe ser eso.

Los radares no quitan puntos, al menos, por ahora, a los que sí lo merecerían

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta en la carretera, por la acción de un conductor con alcohol.

www.quieroconducirqueirovivir.com

Acerca de Flor Zapata Ruiz

Ahora soy una madre sin hijos. Mi única hija murió por un conductor con alcohol en abril de 2005. Desde entonces escribo para concienciar, especialmente a los jóvenes, sobre los peligros de una conducción no responsable.
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