En memoria de Daniel Rodríguez Cabrera

 (Post escrito el 27 de septiembre de 2007 por FZ madredHelena)

 

Daniel Rodríguez Cabrera, concejal del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes por Izquierda Independiente y Concejal de Juventud en la anterior legislatura, ha muerto.

El corazón de las personas sensibles y generosas bombea más peso y tiene un mayor trabajo, por lo que, a veces, se para demasiado pronto.

Fue la persona responsable de que mi “carta abierta a los jóvenes” llegara a los hogares de los vecinos de San Sebastián de los Reyes. Sin conocerle, estuvo dispuesto a difundir mi mensaje y me prestó su correo, su teléfono y toda su atención si yo lo quería y lo necesitaba.

Yo no quería molestar, ni quería quitarle demasiado tiempo de sus quehaceres profesionales y políticos e intente sólo ocuparle a través de unos cuantos mails.

¡Cuánto siento hoy no haberle conocido en persona!

Hace año y medio, cuando contacté con él, yo era una madre sin hijos, ahora, hay unos hijos sin padre.

¡Qué cruel es la vida con algunas personas!

Pero, quiero decirle a su familia, su mujer, sus hijos y sus amigos, que tuvieron una gran suerte de tenerle durante este tiempo. Así me lo parece, a pesar del poco contacto que tuve con él.

No es consuelo para los que nos sumimos en el dolor, pero es cierto lo que dicen: “Siempre se van los mejores”

Espero, Daniel, que algún día, podré dar a tus seres queridos el abrazo que te debía a ti.

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena y vecina de Alcobendas.

 

Y para Daniel, mi poema favorito de Rosalia de Castro:

 

Era apacible el día
y templado el ambiente
y llovía, llovía,
callada y mansamente;
y mientras silenciosa
lloraba yo y gemía,
mi niño, tierna rosa,
durmiendo se moría.

Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente!
Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca la mía!

Tierra sobre el cadáver insepulto
antes que empiece a corromperse…, ¡tierra!
Ya el hoyo se ha cubierto, sosegaos,
bien pronto en los terrones removidos
verde y pujante crecerá la hierba.

¿Qué andáis buscando en torno de las tumbas,
torvo el mirar, nublado el pensamiento?
¡No os ocupéis de lo que al polvo vuelve!
Jamás el que descansa en el sepulcro
ha de tornar a amaros ni a ofenderos.

¡Jamás! ¿Es verdad que todo
para siempre acabó ya?
No, no puede acabar lo que es eterno,
ni puede tener fin la inmensidad.

Tú te fuiste por siempre; mas mi alma
te espera aún con amorosa afán,
y vendrás o iré yo, bien de mi vida,
allí donde nos hemos de encontrar.

Algo ha quedado tuyo en mis entrañas
………….que no morirá jamás,
y que Dios, por que es justo y porque es bueno,
………….a desunir ya nunca volverá.

En el cielo, en la tierra, en lo insondable
………….yo te hallaré y me hallarás.
No, no puede acabar lo que es eterno,
ni puede tener fin la inmensidad.

-Mas… es verdad- ha partido,
………….para nunca más tornar.
Nada hay eterno para el hombre, huésped
de un día en este mundo terrenal,
en donde nace, vive y al fin muere,
cual todo nace, vive y muere acá.

 Rosalia de Castro “En las orillas del Sar”

Acerca de Flor Zapata Ruiz

Ahora soy una madre sin hijos. Mi única hija murió por un conductor con alcohol en abril de 2005. Desde entonces escribo para concienciar, especialmente a los jóvenes, sobre los peligros de una conducción no responsable.
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