La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha confirmado la condena de dos años, seis meses y un día de cárcel a José Ortega Cano por un delito de homicidio por imprudencia grave por conducción temeraria, en relación con el siniestro de tráfico ocurrido el 28 de mayo de 2011 en el que murió Carlos Parra. Además, le ha imputado también un delito contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, del que había sido absuelto por el Juzgado de lo Penal número 6.
Desde esa fecha, he escrito 10 post sobre este tema. Es que dos años y medio dan para mucho, y el tema me llega muy dentro. Primero, por que mi hija murió por el mismo motivo: el alcohol que otro toma. Segundo, porque Carlos Parra moría un día antes del cumple de mi hija, ese cumple sin velas desde hace 9 años. Y tercero, porque Ortega Cano me recordaba tiempos mejores: un pasodoble que ya no he vuelto a bailar.
Y aquí estoy, nuevamente, escribiendo otro post.
Gracias, a la Audiencia Provincial por confirmar que Ortega Cano iba borracho, pero esta sentencia sigue siendo una “m”. Hasta el que mató a mi hija tuvo más sentencia: Dos años y nueves meses.
Es de las sentencias más escasitas que conocemos, pero, aún así, la familia tiene que estar contenta de que por fin se considera probado que Ortega Cano iba bebido. Además, le ha imputado también un delito contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, del que había sido absuelto por el Juzgado de lo Penal número 6. ¡Manda huevos! Ni con análisis de sangre quería conseguir que no estuviera probado.
(El lazo de las víctimas de accidentes de tráfico)
Como víctima, y como miembro de la asociación de víctimas “Vida en la Carretera” seguimos pensando que esto es una vergüenza. Con sentencias como ésta, seguirán muriendo por el alcohol que otros toman.
Y todavía le queda acudir al tribunal Constitucional, y el indulto del gobierno… ¿Quién sabe?
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor borracho.