Un año más, disminuyen las muertes en carretera, y todos se felicitan por ello, pero ¿se felicitan los familiares de esos 1.128 muertos en carretera?
No, no lo creo.
Está claro que es lo que debemos hacer, caminar en línea a conseguir cero muertos, pero hasta que nos acerquemos a ese resultado, son muchos muertos todavía. Por no hablar de los que se quedan muertos en vida.
Desgraciadamente, estos resultados se deben mucho a que con la crisis ha habido menos desplazamientos, a las sanciones que cada vez son más duras, pero por desgracia la gente solo responde al «palo y tente tieso», pero todavía hay que esforzarse mucho es conceptos que verdaderamente reducen las víctimas. Por ejemplo:
-Verdadera educación, educación vial y concienciación.
Las víctimas seguimos pediendo una asignatura de seguridad vial obligatoria en todas las etapas de la educación.
-Mejora de las vías y eliminación de los puntos negros.
Nuestras carreteras están en un estado lamentable. La crisis se ha cebado con ellas.
-Mayor dotación a las instituciones que se encargan de controlar y vigilar por la seguridad vial en todos los puntos del país.
Hay lugares de nuestro país en los que dudo mucho tengan forma de medir el índice de alcoholemia y menos detectar la conducción con drogas, así como una verdadera formación para realizar unos atestados rigurosos base en un proceso judicial.
-Campañas de concienciación cercanas, dirigidas a adultos, mayores y personas relacionadas con la infancia.
Esta labor que solo se realiza por asociaciones de víctimas, policía local, la mayoría voluntarios, apenas dispone de recursos para hacerlo. Como ejemplo, véase el importe destinado por la DGT para ayuda de víctimas.
-Mayor presión sobre ciertas sentencias absolutorias a delincuentes viales, y ninguna concesión de indulto por parte del gobierno, a estos delincuentes.
Es de agradecer que diferentes gobiernos hayan seguido apoyando el objetivo de disminuir víctimas, pero tenemos que seguir en ello hasta lograr un objetivo cercano a «cero», y en nuestro país quedan muchas cosas para cambiar para conseguirlo.
Tenemos que seguir, todos, con una mayor implicación.
Todos implicados, todos comprometidos, en disminuir el número de víctimas por tráfico.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena. Miembro de la asociación de víctimas «Vida en la Carretera». Asociación de afectados por la violencia vial.