La música y los siniestros de tráfico

 

calavera

No me estoy refiriendo a que en cada coche lo primero que se escucha, nada más introducir la llave  es un mensaje de advertencia, con tono de robot: «Cuidado con el asfalto, está mojado», «tienes 15 puntos, no pierda ninguno hoy», «la velocidad mata, no te pases», «cierre el móvil, vamos a conducir», «no siga si ha bebido» o «¿cuánto tiempo hace que no me llevas al taller».  No estarían mal estos consejos. Lo primero que suena es la música en la radio.

El coche es el lugar donde más música escuchamos. Pero, además, la vida de muchos cantantes, grandes figuras o futuras promesas de la música, se han perdido en un coche. Así pasó, que recuerde ahora mismo,  con Nino Bravo, Cecilia, Bruno Lomas o Tino Casal, por nombrar algunos de los más conocidos o recientes.

Siniestros de tráfico por velocidad, estado de las carreteras, mala iluminación de un obstáculo… diferentes motivos, muchos completamente evitables, pero que todos asumimos como «accidentes», y no es necesario nada más.

Hace unos días,  moría una joven, con 20 años, cantante del programa gallego «Luar»,  de la televisión gallega. Una especie de programa parecido a «la Voz». Y quizás, quién sabe, si podría haber llegado a ser una voz tan famosa como todos los anteriores. Pero de momento era conocida por sus paisanos, yo reconozco que no la conocía.

Paula Sueiro Rodríguez,  que así se llama esta joven, dejó su vida en el asfalto en la carretera AC 552, en las peligrosas curvas de O Carrizal, cerca de Agualada (Coristanco). El suelo estaba mojado y parece ser que perdió el control del coche.

Y probablemente yo no habría reparado en esta nueva muerte, si no conociera a madres gallegas, también golpeadas por la muerte, y en especial, madres que también perdieron a sus hijos en  Zas, de donde era la madre de Paula.

Tan solo un día antes de morir Paula, leía que,  en Lugo, en dos décadas, 400 jóvenes han muerto en siniestros de tráfico.En concreto, de 1.595 vidas perdidas, 399 eran menores de 29 años.

Imaginaos, eso solo en Lugo. No tengo ahora mismo el dato del resto de Galicia, pero lo que sí es seguro es que es uno de los lugares de nuestros país, donde su infraestructura y el clima pueden ser el origen de muchos de esos siniestros.

Dicen que la vida de Paula se quedó en un poste de hormigón. Sé por el dolor que van a atravesar sus padres. Paula, igual que mi hija, no murió por la noche, sino sobre las cuatro y media de la tarde. Ella también era hija única. Muchas coincidencias. Y como mi hija, era también preciosa. Pero, yo que ellos, investigaría las causas.

Es duro y muy doloroso, pero no es la primera vez que un joven pierde la vida por las inclemencias del tiempo y después resulta que había algo más: una curva mal trazada, el mal estado de la carretera, o la acción de otro conductor.

No podemos seguir perdiendo a nuestros hijos en esos malditos accidentes, la mayoría de las veces, evitables.

Mi más sentido pesar por esta nueva muerte en siniestro de tráfico. Ojalá exista un lugar donde Paula pueda seguir cantando.

«La sociedad no puede asentarse bien sobre la resignación y la generosidad, sino sobre la justicia» Concepción Arenal

Era apacible el día
y templado el ambiente
y llovía, llovía,
callada y mansamente;
y mientras silenciosa
lloraba yo y gemía,
mi niño, tierna rosa,
durmiendo se moría… Rosalía de Castro
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.

 

 

Acerca de Flor Zapata Ruiz

Ahora soy una madre sin hijos. Mi única hija murió por un conductor con alcohol en abril de 2005. Desde entonces escribo para concienciar, especialmente a los jóvenes, sobre los peligros de una conducción no responsable.
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