(Post escrito el 30 de julio de 2008 por FZ madredHelena)
Hoy, pasados 3 meses del hecho, hemos podido ver a través de televisión y prensa, como un conductor hacía clara apología del terrorismo vial, ante la estatua conmemorativa en nombre de las víctimas de la inseguridad vial.
Victimas que, en lo que va de año, son ya más de 1.244, sin contar las que mueren en vías urbanas.
Ese conductor que hemos podido ver haciendo trompos, ante las cámaras de la DGT, y que por supuesto no ha podido ser identificado, no estaba mostrando su chulería ante la administración, ni protestaba así por el incremento de radares, estaba diciendo a las víctimas, “me importáis una mierda y en cuanto pueda pongo en peligro la vida de 1.200 más”.
Pero, aunque hubiese sido identificado, ¿De qué le habrían acusado? ¿Qué sanción habría tenido? Por supuesto, no habría sido de apología del terrorismo.
Nuestras víctimas, nuestros muertos, son de segunda clase. Mueren por un “accidente”.
El arma es un coche y aún, a pesar del número de víctimas producidas, los coches no están considerados armas de destrucción masiva.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, que murió por el alcohol que otro tomó.