De vez en cuando, me paseo por los escritos antiguos, los realizados con máximo dolor, tal y como bien dice otra compañera de dolor, Vanessa, madre que perdió a uno de sus hijos, no por accidente de tráfico pero sí por como dice la dedicatoria de mi blog «Madres sin Hijos»: …por las acciones de otros, por las omisiones de tantos, por la culpa de todos…, pues como dice esta madre, «con aquel dolor no se puede vivir, ahora duele, pero entonces mataba«. Son escritos realizados cuando el dolor mataba, y recupero texto para traerlos hasta este blog que es más reciente.
Hoy, encontraba este titulado «Este verano en moto». Han pasado tres años desde su escritura, pero sigue estando vigente. Porque se acerca un nuevo verano, porque las motos, motocicletas, ciclomotores están ahí y cada vez son más usados, porque los jóvenes siguen siendo jóvenes, porque en una moto el cuerpo es la carrocería, porque parece que con esas pequeñas motos que apenas cogen velocidad no les va a pasar nada, porque son nuestros hijos y nos duelen.
Este post está dedicado a Marc, un joven que murió el 31 de diciembre de con su moto. Una moto que casi acababa de estrenar. Quizás la impericia, la escasa experiencia, la mala fortuna, se unieron para producir un nuevo drama.
Ayer ya pude comprobar la cantidad de adolescentes, casi niños, que con el buen tiempo comienzan a estar por las urbanizaciones con sus motos.
Normalmente van de dos en dos y por supuesto, el casco colgando del brazo.
Cuando lleguen las vacaciones, los pueblos, urbanizaciones de la playa, sierra o alrededores de las grandes ciudades, se llenarán aún más de estos jóvenes y claro está, los padres tranquilos porque están fuera de las carreteras, de la gran ciudad, están aquí dentro, en la urbanización.
Y así, los jóvenes con el casco colgando del brazo, llevando de paquete a otro joven que quizás sea la primera vez que va de paquete, con lo que su cuerpo no ayudará en nada al que conduce y con «total para estar por aquí», «total para ir aquí al pueblo de al lado», «total por este camino rural», los pueblos y urbanizaciones se irán llenando de adolescentes candidatos a llenar las estadísticas.
El peligro nunca sabemos donde está, puede estar más cerca de lo que pensamos y el «total» es el final, así es que este verano, protégete.
El casco siempre en la cabeza, que es donde debe ir. Los paquetes, cuanto menos mejor y si estamos muy seguros para llevar un paquete, por supuesto con casco también.
Y los padres… pues pensad que los pueblos están unos al lado de otros pero de unos se van pasando a otros y a ellos se llega por carreteras normalmente pequeñas, algunas en mal estado, siempre sin iluminación y de doble sentido.
Y no es por meter miedo, es por reflexionar.
por Flor Zapata Ruiz
Queridos padres, nosotros queremos lo mejor para nuestros hijos pero a los demás, les importa una mierda sus vidas. Conozco a muchas madres que han perdido a sus hijos con bicis, motos, motocicletas. Además de perder lo que más querían, casi siempre, aparentemente, el responsable ha sido el niño, el joven. Bueno, eso es lo que dicen, eso es lo que, en la mayoría de los casos, a los padres les cuesta poder rebatir, porque todo se pone en su contra. Ese es el dolor añadido que les queda a los padres.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.
Que razón tiene Marina, es cierto que nos confiamos porque están en el pueblo……tambien es cierto ( y lo digo desde la experiencia ) de que las cosas que menos imaginas que pueden pasar, pasan…..que el sitio que te parece más seguro del mundo…..es el más peligroso. No nos fiemos de las apariencias, tengamos siempre el mayor cuidado posible y tomemos todas las medidas de seguridad, un recorrido de 100 metros es suficiente para perder la vida…..mil besos a las dos y por supuesto uno para el cielo
FLOR, gràcias por pensar en MARC.
Tienes mucha razòn en este post…
pero a marc no se le diò ni la oportunidad de ser imprudente con la moto…de hacerme enfadar…de caidas y tener que curar heridas…no ! …la herida la tenemos nosotros en el corazòn …
Se fuè por «prudente»..iba con su casco….
las condiciones metereológicas..(tramontana muy fuerte) y el sol de caras…y su poca experiència con la moto …
un golpe en el pecho contra una farola que nunca ha servido para dar luz..nos cambió la vida…
y hemos visto ..como es de frágil esta vida…
un abrazo muy fuerte..
marina
Sí, ya sé que lo de él no fue una imprudencia. Quería dedicarle un post y me ha salido en este, aunque no tenga relación con lo que le pasó a él.
Perdona, me he confundido en el día, creo que fue el 30. En cuanto pueda lo rectificaré.
Un abrazo para vosotras.
Flor, madre de Helena.
Que razón tienes Flor.
No damos importancia a aquello que hacen los crios, porque son crios y pensamos que total, si para estar por aqui.
Aqui en el pueblo, los chavales campan con los quads por el pueblo como si tal cosa, y te puedo decir que tenemos muchísima vigilancia, desde hace dos años, pero en ese sentido de nada sirve, porque los ves incluso con niños de 4 o 5 años sentados entre sus piernas, sin ningún otro tipo de sujección.
En ese sentido también son muchos padres bastante imprudentes, porque algunos lo saben pero hacen la vista gorda. Ojala que no tengan que lamentarlo algún día.
Un abrazo.
Yo creo que los padres sí que están preocupados por si a sus hijos les ocurre algo. Muchos de los que compran las motocicletas lo hacen con los puños cerrados, con miedo, presionados por los mismos hijos: toda mi pandilla la lleva, en mi pueblo, es la época en la que los chavales quieren ser libres y la moto les otorga libertad y velocidad: creo que si se confía en ellos: van todos los de la pandilla, tu insistes en el casco, les riñen porque desde luego que saben lo del casco colgado del brazo.. pero la juventud es eso, ignorancia, imprudencia, vivir sin pensar, y a veces tener mala suerte no estába previsto. Todas habéis visto chavales que van acelerando a tope, molestando y retando, de modo que muchas veces decimos: ¡anda que si la va a pegar el tío¡ Pero luego llegan niños como el mío: Alex, en bici, con casco y a 5 por hora, me contaron que cometió una imprudencia: no vió al coche que lo arrolló, él chocó contra el coche, por qué pudo pasar esto a 5 por hora?. Y cuantas motos pasan por esta carretera a 120 km/h y tan frescos?: la mala pata, la mala suerte.
Yo conozco la historia de Marc, su madre es mi amiga: ese niño, un buen niño se merecía la moto, por buen comportamiento, por buenas motos, y porque los chicos de su pandilla en su pueblo la llevan: quién es el padre valiente que le dice NO a su hijo, ante su petición?. ¿No les dejamos vivir, nos los quedamos en una burbuja dentro de casa? jugando a la Play por ejemplo?: y si se incendia la casa haciendo la comida y surge una explosión en la que tu hijo muere? y luego hay que lamentar decir: ojalá se hubiera ido con la moto por ahí con sus amigos¡
Os acordáis el año pasado en Cataluña que por el aire se derrumbó el tejado de un Polideportivo y mató a unos cuantos niños deportistas: qué suerte ese día quien se quedó en casa no?. Los niños hacían deporte y encontraron la casualidad y la mala suerte. Para mi es así.
Queridos lectores de Flor: nadie sabía cual era el final de nuestros hijos. A no ser de algun gamberrete que circula por ahí.. la mayoría no pensábamos que estos «divertimentos» bicis, motos, monopatines, escaladas, buceos, esquiadores, helicópteros, piscinas, el mar… iban a ser los verdugos de nuestros hijos. Eran y son los elementos de diversión que la vida pone bajo nuestras y sus piernas.
Hay un refrán que dice: «donde está el cuerpo está el peligro».
Aunque queremos proteger a nuestros hijos y nos esforzamos al máximo en ello con consejos ,vigilancia,educación y mil etcéteras ,es imposible .Siempre hay momentos en que el peligro nos hace estar cerca de la muerte.
¿Quién no ha tenido que dar un fuerte frenazo por algún imprevisto en la carretera(sea por culpa suya, sea por culpa de otros) y sólo porque no le tocaba morir en este día, deja la muerte a un paso?
No podemos encerrar a nuestros hijos en casa. Esto tampoco nos asegura nada .Y tienes que ceder ante muchas de sus peticiones a las que tu les dirías un NO bien alto ,pero que luego te das cuenta que es necesario para su crecimiento como persona darles un sí.
Y haces prevalecer su libertad antes que el posible peligro ,que no es más que el que siempre va con nosotros.
No les puedes impedir que se reúnan con sus amigos aunque vayan todos con moto.
No les puedes impedir que vivan la vida sin miedo.Nosotros también la vivíamos así cuando eramos jóvenes .
Sí que les das consejos y les explicas el peligro y la manera de minimizarlo.Pero eso es bien poco en esta vida.
Y cuántos hijos no han perdido la vida en el coche conducido por sus padres…con lo seguros que nos sentimos cuando vamos toda la familia en el mismo coche.
Peligro cero no lo tenemos ni en nuestra casa estando durmiendo.
Y a los que todavía,gracias a Dios , nos queda un hijo,con el corazón desgarrado por la muerte del otro ,debemos dejarles esta libertad sana, que todo ser humano necesita, y decirles sí , desde el amor ,cuando nuestro miedo,nuestro terror , les diría NO.
Un abrazo mamás, y uno muy fuerte,MUY FUERTE a ti Flor.
Flor , soy la mami de Marc…tu post es correcto pero lo que ocurre ..creo yo ..es que tenemos el mismo dolor todas pero por causas diferentes..entonces la rábia y el dolor y la ira van contra cosas diferentes..
no sè si me explico…
a Elena la imprudencia de haber bebido y coger el coche ….
se la llevó ….en tu caso yo estaria igual que tù flor , y con toda la razòn …A POR TODAS CON TODA ESA GENTE….y mejor no decir que pienso más….
pero en el caso de elena de teruel ..mamy de alex..
marta de torroella mamy de david …
o en el mío …nuestra ràbia contra otra «cosa» …porque nuestros peques aún no habiamos tenido la oportunidad de regañarles (como hubieramos tenido que hacer en algún momento)…
no nos dieron tiempo ..nos dejaron ..siendo «niños»
UN ABRAZO A TODAS LAS MAMIS..
SIEMPRE JUNTAS…
Entiendo también lo que quieres expresar en tu post,Flor.
Y las precauciones que nos recuerdas si se tomaran reducirían las muertes y heridos en las carreteras.
Y admiro tu capacidad de lucha y tu energía y el tiempo que dedicas a lograr que se reduzcan los siniestros en carretera.
Pero…¿ por qué la gran mayoría de los muertos en la carretera son los que menos o ninguna culpa tienen?
¿Por qué los más imprudentes consiguen conservar su vida mientras que nuestros hijos la han perdido?
No puedo dejar de preguntarme ese porqué.
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