Víctima: “Persona que sufre por culpa ajena o por causa fortuita”. Definición del diccionario de la Lengua Española.
El miércoles 25 de mayo, a partir de las 16 horas darán comienzo las I Jornadas sobre víctimas y medios de comunicación. El Parque de Seguridad de la Policía Local de Cartagena, en su Salón de Actos, verá esa tarde la fusión del mundo victimal y periodístico, unidos por la misma causa, la defensa y mejor trato a las víctimas de todo tipo, bajo la dirección del periodista y criminólogo, Juan Antonio Carreras.
Ayer me comentaba una madre que perdió a su hijo en la piscina del colegio en la Coruña, que había encontrado comentarios sobre un caso parecido al suyo en otro colegio de Madrid, en los que se admitía como un accidente, una fatalidad, no entendía por qué no se luchaba para que estas muertes, completamente evitables por falta de personal, mala gestión o desidia, no se consideraran como víctimas. Y yo le respondía: Víctima no es todo el que sufre, solo aquel que es considerado como tal por la sociedad. Y la sociedad, aún, no tiene demasiado arraigado el sentimiento responsabilidad. Al revés, lo natural es quitarse la responsabilidad de encima: Pío, pío que yo no he sio, que decía la canción infantil.
Por eso me alegra que se realicen estas jornadas, porque son un paso más en el reconocimiento de víctimas. De cualquier tipo. Y en el ámbito de la seguridad vial son mucho más numerosas que por eventos terroristas o cualquier otra causa.
Los accidentes de tráfico no son tales, no son una fatalidad, no es un tributo a pagar por los tiempos modernos, no es si te toca te toca que dicen muchos.
No podré asistir pero les deseo productividad y mucho éxito.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, víctima de un conductor con alcohol.
Bien sabes, amiga Flor, que mañana acudiré a estas jornadas en tu nombre y en el de todas las víctimas de la Violencia Vial que no puedan asistir.
Tomaré notas e imágenes para haceros partícipes de los temas que allí se traten.
Hemos de concienciar para que los Medios e Instituciones protejan a las víctimas pero sin acallar nuestra voz que grita que como personas «No Hemos Sido Concebidas Para Ser Sacrificadas». No podemos aceptar que nos condenen al dolor y al silencio. No, el accidente no es una fatalidad, no lo aceptamos.
Quizá allí pueda conocer cual es el supuesto Código Deontológico que utilizan los medios de comunicación para elegir que es noticia y cuales no lo son.
Las víctimas intentamos sobrevivir con la ausencia y nuestra sociedad además añade la soledad de vivirlo en solitario y apartados, pretendiendo que pasemos página. Como si eso fuera tan fácil…
Nuestras voces han de ser escuchadas. No somos bichos raros. No hemos enloquecido. Tan sólo necesitamos tener voz, contar nuestras experiencias sin tapujos e intentando concienciar para evitar que otros pasen por lo que nosotros estamos pasando.
Necesitamos el apoyo y asesoramiento en los momentos necesarios al igual que lo tienen el resto de víctimas, ya sean de terrorismo, violencia de género, etc…
Todos somos víctimas y como tal hemos de tener la misma asistencia en esos instantes en los que nos sentimos tan solos y aturdidos por el dolor.
Allí estaré……Un millón de abrazos.
Solo comprendiendo que las victimas, ! solas! no podemos, se puede cambiar el mundo y si arrimo mi hombro a otro quizas otra madre no llore.