(Post escrito el 23 de marzo de 2008 por FZ madredHelena)
La Semana Santa de 2005 fue la última Semana Santa que pasamos junto a nuestra hija. Viajamos para estar esos días con ella, pues en ese nomento era una estudiante «Erasmus».
En ese año, hubo 105 muertos en accidentes de tráfico en las carreteras de España y los comentarios eran un poco desalentadores pues se producían 2 víctimas más que en el año anterior.
Pero en ese momento, yo no me ocupaba de estos temas y auque supongo me afectaba cuando leía noticias así, no era un tema que me preocupara, porque, siguiendo mi frase de solidaridad, en ese momento «no fui yo».
Esa Semana Santa fue feliz, muy feliz. Nuestra hija se desvivió por enseñarnos cosas, llevarnos a lugares, y ayudarnos con el idioma, ¡qué no era poco!
En la Semana Santa de 2006, los muertos siguieron aumentando. En ese año fueron 3 más que en 2005, es decir 108 y la sociedad se asombró al poder contemplar en algunos diarios de «toda España», una esquela impactante (Error en la noticia sobre los motivos del accidente. No hubo ninguna colisión en cadena):
«El alcohol que otro bebió a ella le mató el 17 de Abril de 2005, en un mal llamado accidente de tráfico. Tenía sólo 20 años»
Esta esquela, con falta gramatical incluida, fue un revulsivo y fue portada de todos los informativos de todas las televisiones.
En nuestro ánimo sólo estaba recordar a nuestra hija, un año después de su muerte y llamar la atención de una sociedad dormida ante los accidentes de tráfico y jamás una campaña de tráfico fue tan barata para la DGT.
Lo que ellos nunca habrían conseguido con sus millonarias campañas, lo conseguimos nosotros, unos padres llenos de dolor en el primer año sin nuestra hija, con unos pocos euros salidos de nuestro bolsillo.
Desde esa Semana Santa, las cifras de los accidentes siguen bajando, muy tímidamente, apenas 2 ó 3 personas. Aunque para nosotros y para los miles de afectados siempre serán cifras que aumentan, no bajan, pues nuestros muertos siguen sumando, contando y descontando, es cierto que los que no nos resistimos a que la muerte de nuestros hijos no haya servido para nada, a pesar de nuestro dolor, nos alegra esta disminución.
La Seman Santa de 2007 contó con 106 muertos. El gobierno consideró que a pesar del carné por puntos, el objetivo no se consiguió al superar la cifra de 100.
En la mañana de hoy domingo, día 23 de Marzo de 2008, cuando casi no se ha iniciado la operación retorno, los muertos son 49, que no son pocos. El dato ahora mismo es bastante alentador comparado con la historia de otras semanas santas, pero ¿Cuál será el resultado final?
Sea el número que sea, son personas que, unos no han podido iniciar sus vacaciones, otros se han quedado en la vuelta y todos ellos, juntos con sus familiares, han perdido la vida.
Los muertos, en la carretera y los familiares de estas víctimas, en el resto de sus vidas.
Muerte
Viene de frente la muerte,
engañándonos con su olor a fiesta.
¿Quién se salva de su suerte?
Triste amanecer de fiesta,
niños armados con coches,
de copiloto la muerte.
Seducidos por la noche.
¿No ven peligro los niños?
La muerte y el alcohol animan la fiesta,
falsos placeres de ánimo.
Tu madre, llora la fiesta
sin suerte, te has matado.
Sin respeto a esa arma, el coche.
Yo, me quedé sin hermano.
Manuel Barranco Roda
Dedicado a los que éstas ha sido sus últimas «vacaciones de Semana Santa». Vuestro dolor es también mío, porque antes, ya fui yo.
Gracias a Laura, amiga de Helena, que me ha informado del poema
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductro borracho.