Daños Colaterales de los Siniestros Viales

lazonaranja víctimas tráfico

Cada vez que tiene lugar un siniestro vial una persona resulta herida o muerta, pero los que están relacionados con esa víctima sufrirán los daños colaterales de ese siniestro.

Conozco muchos casos. Y todos ellos tienen secuelas de ese siniestro que no sufrió pero si de forma indirecta.

Conozco padres que comienzan a sufrir de males que hasta ese momento no habían tenido ni habían sido diagnosticados. Sé de otros a los que el dolor les lleva al alcohol y de ahí a la muerte.

También hay muchos matrimonios que se rompen, porque el dolor lo ensucia todo, y el dicho de «cuando la muerte entra por la puerta, el amor sale por la ventana» se cumple.

Y siempre refiriéndome a padres y madres que han perdido a sus hijos, alguno de ellos llegan al  intento de suicidio.

También recuerdo de alguna esposa que se quitó la vida y quitó la vida a sus hijitas, antes de llegar al día de Navidad, la primera navidad sin su marido.

Porque el dolor por la pérdida de un ser querido en un hecho tan inesperado y traumático, tan absurdo e inexplicable en muchos casos, que es el origen de la peor de las locuras.

Pero la sociedad lo sigue considerando «un accidente», una lotería, y algo justificable. Y los propios jueces son considerados con aquellos que lo provocaron. Y piensan más en el que quedó vivo, que suele ser el causante, más que en el que perdió la vida y en los que sufrirán su pérdida el resto de su vida. Cualquier homicidio imprudente, con resultado de muerte, pero no en siniestro de tráfico, tendrá una mayor condena.

Hoy, otra madre que lleva esperando,  va para seis años, encontrar algo de justicia en el casi podríamos decir asesinato de su hijo, me enviaba la siguiente noticia:

venganza

 

«Cárcel por intentar vengar a su hijo», así reza la noticia. La historia es que un padre perdió a su hijo en un siniestro de tráfico. El hijo murió en un choque entre un coche y la moto del joven. Su padre se obsesionó con la idea de tomarse la justicia por su mano. Atacó al conductor que le dejó sin hijo. Ahora, ese padre sin hijo, después de haber estado 10 meses en la cárcel, ha aceptado la condena de dos años, y como no tiene antecedentes, no irá a la cárcel.

Ahora, porque ya estuvo diez meses.

Y tiene que dar gracias porque la petición por parte de las fiscalía era de seis años, y ocho la de la acusación particular, por homicidio en grado de tentativa.

Lo que no narra ningún periódico es cuál fue la causa de ese choque, qué y quién provocó la muerte del hijo.

Recuerdo el alegato final del culpable de la muerte de mi hija. Le dijo al juez que él era padre, y si a su hija alguien le hiciera algo así, él le odiaría mucho. Como si nuestro deseo de justicia fuera como resultado del odio hacia su persona. Si nuestros intereses se hubieran visto nublados por el odio, no habríamos llegado hasta la justicia.

Sin casi saber de los motivos de ese padre, ni la forma y modo en que se produjo ese siniestro, casi comprendo su arrebato. Él no ha sido el único en tener ese pensamiento. Quizás los demás tuvimos más suerte, o más cordura, o más ayuda para abandonar ese pensamiento.

Conozco otro caso en el que una madre tuvo que ir a juicio por llamar asesino al que mató a su hijo.

Al final, los siniestros viales producen más víctimas que el número que dan la estadísticas: los familiares. Y, nosotros, las otras víctimas, recibimos la mayor condena. Cadena perpetua.

Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.

www.quieroconducirquierovivir.com

 

 

 

 

 

Acerca de Flor Zapata Ruiz

Ahora soy una madre sin hijos. Mi única hija murió por un conductor con alcohol en abril de 2005. Desde entonces escribo para concienciar, especialmente a los jóvenes, sobre los peligros de una conducción no responsable.
Esta entrada ha sido publicada en Correo sin entregar, Duelo, Noticias, Sentencias, Sentimientos, Solidaridad, Víctimas y etiquetada como , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *