El próximo día 14 tendrá lugar el juicio por el siniestro de tráfico producido el 8 de marzo de 2008, en el que murió Susy, una joven responsable, profesora, y buena conductora, de la que sus padres, como en mi caso, nunca pensaron que pudiera morir en lo que llaman un accidente.
Pero como la mayoría de las veces los que mueren no son los que producen los siniestros, sino sus víctimas, fue Susy la que perdió la vida. Y al igual que mi hija murió por el alcohol que otro tomó, Susy murió por la droga que otro tomó.
Sí, el que la mató, dio positivo en opiáceos. Se saltó un semáforo, y atravesó el coche de Susana. Era un conductor con un carnet desde hacía 4 meses y 8 días, pero iba a 107 Km por hora. En definitiva, velocidad y drogas, mala unión.
Normalmente estas personas, además de no sentir dolor por lo que han hecho, lo niegan. Este irresponsable por lo único que mostró sentimiento fue por su «pobre coche» que estaba destrozado. Así lo refirió a la policía.
Y después de 7 largos años de espera, por fin, los padres de Susy van a intentar conseguir algo de justicia.
Y digo bien «algo de justicia» porque para unos padres que perdemos a nuestros hijos por la irresponsabilidad de otros, especialmente aquellos que conducen con drogas, y el alcohol es también una droga, nunca habrá suficiente resarcimiento por la pérdida de un hijo.
El abogado Pérez Tirado, un batallador por otras víctimas de siniestros de tráfico, va a necesitar mucha suerte y fuerza para enfrentarse a un juicio que la mayoría de las veces resulta más garantista para el verdugo que para la víctima.
Querida Toñi, mucha fuerza para pasar por este nuevo trance. No es nada agradable enfrentarse a los culpables de producir nuestro dolor, es un trago muy amargo. También el hecho de que en ese acto, Susy será un nombre en un papel lleno de tecnicismos, de palabras jurídicas, nunca la amada hija, bonita, buena, estudiosa, trabajadora, y parte de vuestras entrañas. Os deseo muchísima suerte, y un juez justo.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, que murió por el alcohol que otro tomó.
Datos brutales los que ofreces en este blog. Ojalá tu labor haya salvado muchas vidas en estos años.
Un abrazo.
Gracias por el esfuerzo de escribir estas líneas, como padre, me pongo en esta situación y se me ponen los pelos como escarpias. Sólo agradecer tu labor de concienciación ante los accidentes de tráfico y ojalá mucha gente tome nota de tus consejos.
Un fuerte abrazo
Es lamentable ver como en los juzgados vuelven a pasar conductores a los que han pillado de nuevo, borrachos o drogados, sin haber aprendido la lección. Es frustrante, incluso para nosotros, los abogados. La sinrazón humana no conoce parangón.