Se cumple el décimo aniversario de la muerte de Helena Castillo Zapata por la acción de un conductor con alcohol. Un conductor que debido a su estado, quiso adelantarla en una autovía, con dos carriles, y se la llevó por delante.
Se cumplen diez años de dolor. Diez años de pena. Diez años de ausencia. Diez años de sentencia mortal.
Nuestra hija murió a las cuatro y cuarto de la tarde, en el kilómetro 31,600 de la M-607, en un lugar sin ningún peligro. El único peligro fue pasar por allí un conductor borracho.
Mi hija, en cambio, como tenía que conducir, su última comida fue con un refresco:
Esta imagen es de pocas horas antes de morir por el alcohol que otro tomó.
A mi hija la mataron y nosotros, desde ese día, morimos, poco a poco, de pena, de ausencia, de dolor.
Por favor, no conduzcas si has bebido.
Y me desangraré en el intento,
viviré rota
por el resto de mi vida
procurando que
tú no seas el bebedor pasivo (Flor, madre de Helena)
Mi querida hija, diez años es poco, cien años no serían suficientes.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, que murió por el alcohol que otro tomó.
Y te fuiste en un segundo,y todo se paró.Eterno, se hace eterno…Con todo mi cariño, a los que amaron a Helena y nunca se olvidan de ella, especialmente a sus magnificos padres.
Gracias, Inés. Un besito.