En solo dos meses, he tenido la oportunidad de viajar dos veces a Galicia. Motivo, distinto, pero con el mismo objetivo. Y si Galicia es siempre apetecible y encantadora, en este viaje lo ha sido aún más.
En esta ocasión, el destino era Santiago, y el motivo, la Seguridad Vial. Y es que Santiago está muy implicado en el tema de la prevención y educación en Seguridad Vial. A mi parecer es uno de los sitios donde más se está haciendo por este tema.
La Academia Galega de Seguridade Pública, en La Estrada, con sus cursos y actividades, fue mi anterior destino, y esta vez, en Santiago, he podido comprobar que hasta los semáforos hablan. Sí, sí, yo al menos crucé uno que me decía el nombre de la calle y luego «pode pasar».
Y me encontré cantidad de discos que indicaban los caminos seguros al cole.
Y, para rematar, una nueva sesión de Road Show.
No hay nada mejor y más importante que estar comprometidos e implicados con la Seguridad Vial, y creo que en Santiago, lo están. Al menos mi amiga Diana Parente, policía local, y sus jefes y compañeros que la apoyan y le siguen.
Moitas gracias, amiga, por pedir nuestra colaboración. Y por tu empeño en lo que haces. Y «Camiño a camiño, aprenden los niños».
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor borracho.