(Post escrito el 21 de mayo de 2008, por FZ madredHelena)
El pasado domingo día 18, en El País, la periodista Elsa Granda habitual en las noticias sobre accidentes de tráfico, escribía una rentrevista titulada «Los delitos contra la Seguridad Vial» y entrevistaba a una joven de 29 años, llamada supuestamente María, que ha cumplido una condena por conducir con alcohol.
En esta entrevista, María se define ella misma como delincuente. Mejor dicho, sus palabras son «Te hacen sentir como un delincuente».
Se queja amargamente de cómo le ha marcado su vida esta condena por conducir con alcohol.
Para que podáis entender este post, os recomiendo que leais antes sus declaraciones pulsando sobre el título de la entrevista.
Mi reacción cuando leo cosas así es inmediata, por varios motivos:
Por el resultado en mis carnes, de lo que ha producido la condución de una persona bajo el alcohol; por mi muerte en vida y por mi lucha para concienciar a esta sociedad sobre los peligros de una conducción no responsable.
Y como siempre, el resultado es un escrito. Una carta que normalmente envío a la sección de «Cartas al director» y que no siempre tengo la suerte de que reproduzcan.
Hoy encuentro en esa misma sección una carta que sí ha sido publicada, escrita por Miguel Ángel Pérez Torres, de Granada y titulada «Delincuentes»:
«Te hacen sentir como un delincuente», declaraba María en EL PAÍS del pasado domingo 18 de mayo.
Bajo este seudónimo se esconde la chica de 29 años que, por haber conducido un vehículo con 0,70 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, ha sido condenada a trabajos sociales.
La irresponsabilidad de innumerables conductores, como María, ha obligado a «penalizar» estos comportamientos al volante.
Ahora, conducir con un nivel de alcoholemia superior al permitido es un delito. Por ello, todo aquel que lo comete es un delincuente, por desagradable que pueda sonar.
Supongo que mi carta no publicada era demasiado hiriente, demasiado personal, demasiado larga y demasiado pesada en mi insistencia.
A veces me pregunto ¿Por qué sigo enviando cartas a estas secciones teniendo yo mi propio espacio? Pues está muy claro. No todos llegan hasta aquí. Como le pasó a María y a otros tantos que aún no se han enterado de cómo les puede cambiar su vida a partir de ahora.
Os invito a leer mi «Carta a María», recogida en Madres sin hijos.
Tiene razón María que, ahora, está metida en el mismo grupo de los verdaderos delincuentes. Cada día podemos leer noticias de conductores pillados conduciendo sin carnet, con másl alcohol que ella, drogados, en sentido contrario, etc. y, a veces, son sancionados con una pena menor que la de ella, pero como digo en esa carta a María, esto no es lo peor que le podría haber pasado.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, que murió por el alcohol que otro tomó.