Ya podemos decir que el verano ha pasado su ecuador y se ha nutrido bien de victimas en la carretera. Una vez superado el «puente de la virgen de agosto», las estadísticas se llenan de sus nuevas cifras. Este año, parece ser que los elegidos para llenar las noticias han sido 13 personas. Y, entre ellas, se encuentran cinco senegaleses que optan con el honorable título de haber perecido en el segundo siniestro más grave en lo que va de año, por el número de víctimas.
Pero, al golpe inesperado, al hachazo descomunal, al impacto de una muerte absurda en carretera, hay que unir, cuando se trata de personas de otro país, la repatriación del cadáver.
En mi locura de dolor, cuando se produjo la muerte de mi hija, daba gracias de que hubiera sido aquí, en España, a pocos kilómetros de casa, puesto que ella se encontraba en Holanda, pero había venido a pasar unos días. ¡Qué cosas, dar gracias!
Los cinco manteros senegaleses que perdieron la vida en la N-340 el pasado día 15 de agosto, y que los indicios apuntan a que su conductor se durmió, ahora, además, sus amigos se encuentran con la tristeza de que no tienen dinero para mandar los cuerpos a su país.
Y qué curioso, esta carretera también ostenta el curioso record de, en tres años, haberse producido 202 accidentes mortales, de un drama cada cinco días ¡Ah, ya, que es una carretera muy larga y concurrida! Discúlpenme mi sarcasmo, es mi lucha contra la muerte inútil.
¡Que tristeza venir a un país a perder la vida!
No sé si esta noticia será verdad o no, pero es muy probable. Y no son los primeros senegaleses que pierden la vida en las carreteras de España. Recuerdo ahora la de otro que se fue al fondo de un pantano por seguir las indicaciones de un «tontón».
Cuántas historias se quedan en el asfalto, cuantas muertes absurdas como decía Albert Camus, cuánta juventud perdida. Estos manteros tenían entre 30 y 36 años. ¿Cuántas madres, como yo, llorarán en otos países?
Algunos datos:
Trece personas muertas en las carreteras desde las 15:00 del jueves a las 00:00 del diecisiete de agosto de 2014.
Cinco heridos.
Hasta el 7 de agosto, 646 fallecidos, 18 más que en 2013.
Vuestro dolor es también el mío.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.