El próximo 17 de noviembre (tercer domingo de noviembre), se celebra el «Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Tráfico o Tránsito».
Como cada año, las víctimas nos reuniremos para hacer un homenaje a nuestros muertos, víctimas de los mal llamados accidentes de tráfico. Víctimas, en número, mayor que por cualquier forma de terrorismo o violencia.
Y, aunque son muchas las víctimas que cada año se van sumando, este homenaje no se hace en muchos lugares. Este colectivo es quizás de los menos reivindicativos que existen, en relación con el término «víctima», quizás por lo enraizado que está en la sociedad el término «accidente», pensando que es algo inevitable, causal, una lotería, en definitiva EL DESTINO. Pero gran mayoría de esos accidentes, palabra que las víctimas estamos tratando de cambiar, se podrían haber evitando, y si se pudo evitar, no es un accidente.
Este año creo que no hay celebración en Madrid. Por primera vez en 8 años, 9 celebraciones, el Parque del Retiro no se llenará de cruces o de corazones rotos.
Diversos motivos, acuerdos y desacuerdos serán la causa.
Desde aquí quiero avisar a todas esas madres, padres, familiares y amigos, que se acercaban hasta allí con las fotos de sus seres queridos, y su pena y añoranza, así como las personas solidarias con nuestra causa, que las asociaciones «Vida en la Carretera. Asociación de afectados por violencia vial» y «Lola Velayos, no más vidas rotas en Carretera» tienen previsto hacer esta celebración en Segovia. Más abajo podréis ver el programa.
Otras asociaciones existentes como Stop Accidentes o PatApat, supongo que también tendrán eventos en otras ciudades. Consultar sus páginas.
El primer año que participé en este evento, pensé que me encontraría ante una manifestación descomunal, dado la cantidad de víctimas que hay al año. Fue el año que murió Helena y en él hubo más de 4.000 personas fallecidas en siniestros viales. Según me iba acercando al Retiro, me encontraba a muchísimas personas, pero cuando llegué al lugar de concentración (El estanque), pude observar que éramos muy poquitos. Todo aquel gentío que yo iba viendo, se marchaban de haber estado viendo cómo pasaban las ovejitas por la calle Alcalá que es una cañada real.
Cada año hemos ido sumando víctimas y familiares, y también autoridades y prensa. Y todo ello con mucho esfuerzo y trabajo. Y cada año seguimos haciendo, prácticamente, las mismas peticiones a las autoridades, para evitar estas muertes.
Para muchos puede que sea difícil desplazarse a Segovia. Para esos, yo les pediría que de alguna forma sigan haciendo un homenaje a sus víctimas: Porta un lazo naranja. El lazo de las víctimas de tráfico. Y dedícale un minuto de silencio. Y los que no son víctimas, haced lo mismo por solidaridad, porque mañana puedes ser tú.
Todos tenemos que mostrar que nuestros muertos son víctimas, y que ésta es una pandemia más, como el cáncer. Y con nuestro ejemplo, servir de concienciación. Porque todos estamos en la carretera, en la calle, como peatón o como conductor, como ciclista, como motorista, y todos podemos morir o matar.
Porque, en la calle, en la carretera, mi vida está en tus manos. O como decía el humorista gráfico José Manuel Puebla: Hasta el momento has tenido suerte, aprovéchala
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, muerta por la acción de un conductor con alcohol.